De acuerdo a los estudios realizados, el hallazgo del gen RASGRF1 supone un avance que permitirá encontrar tratamientos contra la miopía, el trastorno ocular más común del mundo.
El gen que está vinculado a la miopía, el cual es el trastorno ocular más común en el mundo fue descubierto por científicos de los Estados Unidos, según indicó la revista Nature Genetics a través de la BBC.
De acuerdo a los estudios realizados, este hallazgo podría ayudar a tratar este mal que actualmente se apoya en el uso de los anteojos para solucionar los problemas visuales.
No obstante, según el doctor Christopher Mammond del King"s College, aún es temprano para hablar sobre el "fin de los anteojos", pero aseguró que en un futuro se espera estar en la capacidad de bloquear las señales genéticas que causan la miopía.
"Probablemente esto podría ser en forma de una tableta o gotas de ojos pero tomará al menos 10 años antes de poder crear esos tratamientos", expresa.
El estudio que permitió el descubrimiento del gen, contó con la participación de más de 13.400 adultos quienes se caracterizaron por su fuerte asociación entre una serie de variaciones en el gen RASGRF1 y errores de enfoque de visión.
Por ello, la profesora Terri Young, quien dirigió el estudio en la Universidad de Duke, consideró que este gen puede ser un objetivo potencial para el desarrollo de tratamientos posteriores, no obstante, afirmó que aún falta realizar más estudios.
De acuerdo a los estudios realizados, este hallazgo podría ayudar a tratar este mal que actualmente se apoya en el uso de los anteojos para solucionar los problemas visuales.
No obstante, según el doctor Christopher Mammond del King"s College, aún es temprano para hablar sobre el "fin de los anteojos", pero aseguró que en un futuro se espera estar en la capacidad de bloquear las señales genéticas que causan la miopía.
"Probablemente esto podría ser en forma de una tableta o gotas de ojos pero tomará al menos 10 años antes de poder crear esos tratamientos", expresa.
El estudio que permitió el descubrimiento del gen, contó con la participación de más de 13.400 adultos quienes se caracterizaron por su fuerte asociación entre una serie de variaciones en el gen RASGRF1 y errores de enfoque de visión.
Por ello, la profesora Terri Young, quien dirigió el estudio en la Universidad de Duke, consideró que este gen puede ser un objetivo potencial para el desarrollo de tratamientos posteriores, no obstante, afirmó que aún falta realizar más estudios.
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