El descubrimiento de esta partícula subatómica, conocida también como bosón de Higgs, es la principal razón de la formación de todo lo existente.
Investigadores suizos han presentado uno de los descubrimientos más importantes de la historia, la partícula subatómica, conocida como la Partícula de Dios, que es pieza fundamental en la formación de la vida, luego del Big Bang de hace 13.700 millones de años.
Existe una teoría que explica la formación general del Universo denominada Modelo Estándar y que necesitaba de esta última partícula (denominado por Peter Higgs como bosón de Higgs), para ser del todo válida. Con el descubrimiento de esta partícula se ayuda, definitivamente, a comprender la organización del cosmos.
El Modelo Estándar es la mejor definición que ha encontrado la física sobre cómo se estructuran los elementos que forman el universo. Detalla la coexistencia de 12 partículas fundamentales, gobernadas por fuerzas básicas.
Los expertos creen que tras el Big Bang, el universo se convirtió en una gran sopa de partículas avanzando en distintas direcciones a la velocidad de la luz, sin ninguna masa. Cuando se dio la interacción con el campo de Higgs (campo de energía presente en todo el cosmos), ganaron masa y, con el tiempo, se formó el universo.
Corroborar el Modelo Estándar, o transformarlo, sería un paso hacia adelante de la física, que integre la materia oscura, la energía oscura y la fuerza de gravedad. Además, podría incrementar la posibilidad de la existencia de universos paralelos.
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