La tal vez más famosa luvia de estrellas se relaciona con el hijo de Zeus y la ninfa Dánae, un personaje mitológico que decapitó al monstruo Medusa.
Este fin de semana, una lluvia de estrellas fugaces (que lleva el nombre de Perseidas), podrá apreciarse la madrugada de este domingo 12, en zonas de Lima donde el cielo esté despejado, pero estos fragmentos de polvo provenientes de la cola del cometa Swift-Tuttle, tiene una particular historia mitológica.
Las lluvias de estrellas reciben su nombre de la constelación desde la cual parecen provenir los meteoros, lo que se denomina radiante. En el caso de las Persedias, el radiante se localiza en la constelación de Perseo.
En la mitología griega, Zeus, enamorado de la ninfa Dánae, tuvo que metamorfosearse para poder entrar en la habitación donde estaba recluida su amada y engendrar a su futuro vástago, Perseo. La forma que eligió el dios fue, precisamente, una lluvia dorada.
Perseo, posteriormente, tiene amores con la princesa Andrómeda, que es la constelación que se ubica a su lado, a quien salvó de un monstruo marino que estaba a punto de devorarla.
Tampoco fue el primero en derrotar; antes ya le había cortado la cabeza a la Medusa, conocida por convertir en piedra a quien la mirase.
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