La automatización avanza en distintos sectores, pero su implementación genera dudas. Mientras algunos la ven como una solución eficiente, otros advierten sobre sus riesgos en el empleo y la sociedad.
La automatización avanza con firmeza en distintos sectores laborales. Si bien promete reducir la carga de trabajo y minimizar riesgos, también genera controversia. Mientras algunos ven la innovación como una solución a tareas peligrosas y repetitivas, los trabajadores advierten sobre nuevos desafíos y el posible impacto en el empleo.
Un caso reciente en Corea del Sur pone en evidencia estas preocupaciones. Según informó el medio Korea Times, la Oficina Provincial de Educación de Gyeonggi (provincia de Corea del Sur), implementó un proyecto piloto con robots de cocina en los comedores escolares, lo que ha generado reacciones divididas.
Estos robots están diseñados para encargarse de procesos como la fritura, el salteado, la preparación de sopas y guisos. De esta manera, el personal de la cafetería se enfocaría únicamente en la inspección, lavado, corte y sazonado de los ingredientes, mientras que los robots asumirían el resto del proceso de cocción.
Según un funcionario de la Oficina de Educación de Gyeonggi, el objetivo de esta iniciativa es mejorar las condiciones laborales y reducir el riesgo de lesiones en las cafeterías. Un informe del Instituto de Promoción de la Salud y la Seguridad de Seúl reveló que, de las 232 lesiones laborales registradas el año pasado en escuelas e instituciones educativas de la ciudad, el 62,5 % (145 casos) ocurrieron en cafeterías.
El riesgo que preocupa a los empleados
Si bien la llegada de estos robots permitiría reducir el riesgo de lesiones asociadas a la manipulación de aceite caliente o agua hirviendo, el Sindicato de Trabajadores del Transporte y Servicios Públicos de Corea (KPTU) ha expresado dudas sobre su eficacia.
Según denuncian, la ayuda que ofrecen estos robots no sería tan significativa como se promete. Debido a que no pueden encargarse por completo del proceso de cocción, los trabajadores de la cafetería aún deben participar activamente, lo que significa que la carga de trabajo y el riesgo de lesiones no se reducen de manera sustancial.
Además, señalaron que en una escuela de Seúl, donde se probó uno de estos robots, surgieron problemas con las recetas programadas y el suministro de agua. En lugar de facilitar el trabajo, estos inconvenientes terminaron aumentando el esfuerzo humano.
Frente a esto, los trabajadores proponen alternativas más eficaces para mejorar sus condiciones sin depender exclusivamente de la automatización. En el caso de las cocinas escolares de Corea, sugieren reducir la cantidad de comidas que deben preparar por jornada y mejorar los sistemas de ventilación, dado el creciente número de casos de trabajadores en cocinas confinadas que han desarrollado cáncer de pulmón.
El impacto global de los robots en el empleo
La automatización no es un fenómeno exclusivo de Corea del Sur. En distintos países, la incorporación de robots en sectores como la manufactura, la logística y la atención al cliente ha generado tanto eficiencia como preocupación. Si bien estas tecnologías pueden reducir riesgos físicos y aumentar la productividad, también plantean interrogantes sobre el desplazamiento laboral y la precarización del empleo.
Uno de los principales desafíos es el reemplazo de trabajadores en áreas donde la automatización avanza más rápido que la adaptación del mercado laboral. Según el Foro Económico Mundial estima que, si bien la IA y la robótica crearán nuevos empleos, millones de trabajadores necesitarán capacitación para evitar quedar rezagados.
Otro aspecto es la dependencia tecnológica. Empresas y gobiernos que adopten estos sistemas deberán considerar los riesgos de fallos, ciberataques o problemas de mantenimiento. En sectores críticos como la salud y la seguridad, confiar en exceso en robots sin una supervisión adecuada podría traer consecuencias graves.
El caso de Corea del Sur es un ejemplo de un debate que está tomando cada vez más relevancia: ¿hasta qué punto las máquinas deberían sustituir a las personas en el trabajo? Mientras algunos la ven como una oportunidad para mejorar la eficiencia y reducir costos, otros advierten sobre el impacto en los empleos y la necesidad de establecer reglas claras para su implementación.
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