Se trata del primer músculo creado en laboratorio y será utilizado en estudios ´metabólicos, neuromusculares y trastornos distróficos que impliquen al músculo esquelético´, dijeron los autores en el estudio publicado en la revista eLife.
Científicos de la Universidad de Duke (Estados Unidos) han logrado desarrollar el primer músculo esquelético artificial que se contrae y que responde como un tejido natural a estímulos externos.
Este tejido artificial permitirá probar nuevos medicamentos e investigar enfermedades sin requerir a un humano. "Queremos comprobar la eficacia y seguridad de fármacos sin poner en peligro la salud de los pacientes", aseguró Nenad Bursac, bioengeniero y autor principal del estudio.
Para su investigación, Bursac y Lauran Madden, su colaboradora, utilizaron una muestra de células madre humanas en un estado de desarrollo avanzado, pero que aún no se habían convertido en tejido muscular.
Después, los científicos propiciaron la proliferación de estas células madre para luego ubicarlas en lo que se conoce como "andamio", una estructura de tres dimensiones llena de gel nutritivo. Esto ayudó a que se formaran fibras musculares alineadas y funcionales para crear el músculo esquelético artificial.
Luego, el músculo artificial fue sometido a una serie de pruebas para determinar qué tanto se parecía al tejido muscular humano. Con ello se comprobó que el artificial respondía a estímulos eléctricos, algo que no se había conseguido hasta ahora.
Finalmente, para averiguar si este tejido podría ser utilizado en pruebas médicas, los científicos analizaron la reacción del mismo a varios fármacos. Dado que los efectos de los medicamentos coincidían con las respuestas recogidas en humanos, quedó demostrado que puede ser usado en ensayos médicos.
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