Este nuevo filtro ha sido creado a partir de la interacción de tres tipos de polímero que se aplastan o se abomban en función de la presión ejercida por el líquido.
Científicos del Centro Nacional francés de Investigaciones Científicas (CNRS) han desarrollado, inspirándose en las membranas celulares, un filtro que ajusta la talla de sus poros según la presión del agua que lo atraviesa, y que es capaz de auto-repararse en caso de rotura, informó el CNRS.
Este nuevo filtro ha sido creado a partir de la interacción de tres tipos de polímero (sustancias formadas por una gran cantidad de moléculas como el almidón, la celulosa y la seda) que se aplastan o se abomban en función de la presión ejercida por el líquido.
Las membranas, utilizadas sobre todo en las industrias farmacéutica y agroalimentaria para potabilizar o desalinizar el agua, entre otras aplicaciones, se fabricaban hasta ahora con materiales fijos como la cerámica, que no eran capaces de ajustarse a la densidad del agua.
Además, sufrían roturas que no eran detectables de forma inmediata, un problema solventado con el nuevo sistema, que se repara sin necesidad de intervención humana en caso de fisuras de hasta 85 veces el espesor de la membrana, gracias a la recolocación espontánea de las moléculas que la forman.
Al ser capaz de reconstituirse por sí mismo, el nuevo filtro, desarrollado por investigadores del Instituto europeo de membranas y del Instituto de química radicular, ambos asociados al CNRS, evitará filtraciones no deseadas y mejorará las condiciones de seguridad alimentaria, agregó el comunicado.
EFE
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