Instó a controlar el crecimiento de la población antes de que lo haga el propio planeta, como ya ocurre en algunas zonas de África, golpeadas por la hambruna.
El naturalista británico David Attenborough cree que los humanos son "una plaga sobre la Tierra" e instó a controlar el crecimiento de la población para que ésta sobreviva, según afirmó en una entrevista a la revista Radio Times.
El prestigioso naturalista, de 86 años, mostró su pesimismo con respecto al futuro del planeta, al que, según su criterio, no afecta sólo el cambio climático, sino también la presencia masificada de humanos, para los que quizá no haya recursos suficientes.
"No se trata sólo de cambio climático. Es también una cuestión de espacio, de si habrá suficiente sitio para cultivar alimentos que suministrar a toda esa enorme multitud", explicó Attenborough.
El naturalista y presentador de documentales sobre la vida silvestre, que fue premio Príncipe de Asturias en 2009, instó además a controlar el crecimiento de la población antes de que lo haga el propio planeta, "como ya ocurre" en algunas zonas de África golpeadas por la hambruna.
"Seguimos desarrollando programas contra el hambre en Etiopía, ahí es donde está pasando. Hay demasiada gente allí. No pueden mantenerse, y no es inhumano decirlo en voz alta. Es la realidad", señaló el veterano presentador de la BBC.
Attenborough prevé que los efectos de la masificación humana y la contaminación serán visibles en cincuenta años y que, mientras no se tenga una línea de actuación coordinada por todos los países, la situación en el planeta "no hará otra cosa que empeorar".
La creencia de que será el propio ser humano quien destruya el planeta es un argumento habitual que el naturalista, reconocido defensor del medio ambiente, ha expresado en diversas ocasiones en sus documentales.
En sus más de sesenta años en activo, ha realizado diversas series centradas en la vida de la Tierra que le han valido multitud de premios fuera y dentro del Reino Unido por su calidad, una forma de trabajar que, según Attenborough, está en peligro de extinción.
"Ese tipo de programas hechos a medida, en los que realmente se trabajaba la narración y se enlazaban con mimo las imágenes al texto está pasado de moda... igual que un sombrero viejo", comentó el presentador, que achacó estos cambios al ahorro de costes.
Sin embargo, rechazó cualquier tipo de nostalgia en cuanto a su método de trabajo, ya que no está "seguro de que sea necesario un nuevo Attenborough".
EFE
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