Estos fósiles, hallados en buen estado de conservación, pertenecen a este tipo de microorganismos que necesitan el sulfuro para subsistir, según investigador David Wacey.
Un equipo de científicos hizo público el descubrimiento de fósiles microscópicos con más de 3.400 millones de años de antigüedad en el noroeste de Australia, un hallazgo que se trata de la evidencia más antigua de vida en la Tierra, informaron medios locales.
La investigación, conjunta entre la Universidad de Australia Occidental y de la Universidad de Oxford del Reino Unido, se realizó en la zona de Strelley Pool, en la región de Pilbara.
Estos fósiles, hallados en buen estado de conservación entre granos de arena en una roca sedimentaria prehistórica, pertenecen a bacterias que necesitan el sulfuro para subsistir.
"Hemos proporcionado la primera evidencia de microorganismos que emplean sulfuro en su metabolismo", señaló el líder de la investigación, David Wacey, de la Universidad de Australia Occidental, en declaraciones citadas por el Sydney Morning Herald.
Los investigadores utilizaron técnicas muy sofisticadas para comprobar que estos microbios sobrevivieron gracias al sulfuro en este período de la Tierra en que el oxígeno era escaso y predominaban las altas temperaturas.
La hipótesis de sobrevivir en base al sulfuro era una característica que se pensaba existía en una de las primeras etapas de la Tierra, específicamente durante la transición de un mundo no-biológico a uno biológico, agregó Wacey.
Por su lado, el profesor de la Universidad de Oxford Martin Brasier expresó que el descubrimiento de los fósiles confirma que hace 3.400 millones de años existían "bacterias, que vivían sin oxígeno" en la Tierra.
"Podemos estar muy seguros de la antigüedad (de los fósiles) porque las rocas se formaron entre dos sucesiones volcánicas que reducen los cálculos sobre la edad a unos pocos millones de años", explicó Brasier en un comunicado citado por la agencia local AAP.
El investigador británico también destacó que estas bacterias son "comunes hoy en día" y se encuentran en acequias, fuentes de aguas termales, respiraderos hidrotermales u otros lugares con poco oxígeno.
EFE
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