Sony dejó de producirlos en 2011, pero aún se mantiene un gran inventario de diskettes alrededor del mundo.
Los diskettes o disquetes fueron una de las formas de almacenamiento más populares entre los años ochenta y noventa, perdiendo popularidad con el nuevo milenio.
Si bien se dejaron de producir en 2011 cuando Sony “decretó su muerte”, los diskettes se mantienen vivos.
Uno de sus fans es Bill Gates, quien los recordó al mencionar un artículo de Wired sobre su prevalencia.
“No puedo dejar de pensar en los buenos viejos tiempos al leer esto. El diskette siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón, y es divertido ver que aún es utilizado en algunos casos especiales”, tuiteó el filántropo y fundador de Microsoft.
¿Por qué se siguen utilizando diskettes?
Los diskettes o floppy drive en inglés siguen siendo el método de transferencia de datos de mucha maquinaria, incluso aquella fabricada en los 2000.
Wired da el ejemplo de algunos aviones Boeing 747, Boeing 767, Airbus A320s, entre otros. Los diskettes son utilizados para actualizar su software.
Máquinas industriales también tienen al diskette como su principal método de transferencia de datos. Muchas de ellas todavía tienen al menos un par de décadas más de tiempo estimado de uso, por lo que es difícil que el diskette realmente diga adiós.
Otras compañías ofrecen adaptadores que pueden convertir la interfaz de diskette a USB, pero estos dependen del dispositivo al que se instalarán.
El comerciante de diskettes
Tom Persky de la web Floppydisk.com es un especialista vendiendo diskettes. Cuenta que hace 20 o 25 años podía conseguirlos a 0.07 dólares la unidad, pero ahora los vende a 1 dólar cada uno.
Gran parte de la labor de Persky es encontrar lotes de diskettes para la reventa.
“Hay un inventario global de diskettes que fueron fabricados hace 10, 20, o 30 años. Es fijo y estamos agotándolo día a día. No tengo idea qué tan grande es. Es probable que sea gigante, pero está disperso. No hay nadie con medio millón de diskettes, pero sí hay medio millón de personas con un paquete de 10”, explicó.
Persky no cree quedarse sin diskettes para vender. Tiene 73 años y solo planea trabajar cinco años más y no cree que nadie sea lo “suficientemente tonto” para comprar su compañía.
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