Tras un año de reparaciones, el mayor experimento de la historia está ya listo para empezar su lenta puesta en marcha. Se pretende aclarar el origen del universo.
Tras el accidente de hace un año que destruyó un sector de esta gran máquina científica, el acelerador de partículas LHC, el mayor experimento de la historia, está listo para empezar su lenta puesta en marcha en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas del CERN, en Suiza.
Como se recuerda, el acelerador sufrió hace un año una gravísima y extensa avería poco después de que el 10 de septiembre de 2008 se hicieran circular por su tubo de alto vacío los primeros haces de partículas. Un cortocircuito provocó graves daños en 53 grandes imanes superconductores (unos 15 metros de longitud cada uno) y es escape de varias toneladas de helio líquido refrigerante.
El objetivo de este experimento es simular el "big bang" a pequeñísima escala, la explosión que ocurrió hace 15.000 millones de años y que dio origen al universo. En este proyecto, han trabajado 10.000 científicos de 85 países.
En el interior del LHC, una especie de tubo circular subterráneo entre la frontera suiza y francesa, cerca de Ginebra, se lanzarán dos haces de protones en dirección opuesta. Correrán a un 99,9999991% de la velocidad de la luz y cuando choquen recrearán las condiciones que reinaban inmediatamente después del "big bang".
Como se recuerda, el acelerador sufrió hace un año una gravísima y extensa avería poco después de que el 10 de septiembre de 2008 se hicieran circular por su tubo de alto vacío los primeros haces de partículas. Un cortocircuito provocó graves daños en 53 grandes imanes superconductores (unos 15 metros de longitud cada uno) y es escape de varias toneladas de helio líquido refrigerante.
El objetivo de este experimento es simular el "big bang" a pequeñísima escala, la explosión que ocurrió hace 15.000 millones de años y que dio origen al universo. En este proyecto, han trabajado 10.000 científicos de 85 países.
En el interior del LHC, una especie de tubo circular subterráneo entre la frontera suiza y francesa, cerca de Ginebra, se lanzarán dos haces de protones en dirección opuesta. Correrán a un 99,9999991% de la velocidad de la luz y cuando choquen recrearán las condiciones que reinaban inmediatamente después del "big bang".
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