Google denunció que sus operaciones habían sido blanco de ciberataques con el fin de acceder a la correspondencia de disidentes chinos.
Uno de los dos centros educativos superiores chinos acusados por la prensa estadounidense de haber iniciado los ataques contra Google ha negado toda responsabilidad en esos hechos, que motivaron una crisis entre la empresa multinacional y el Gobierno chino a principios de año.
La Escuela de Formación Profesional Lanxiang de la provincia oriental de Shandong, una de las dos citadas como responsables de los ataques por el diario "The New York Times", aseguró al diario oficial "Global Times" que no tiene el equipamiento necesario para llevar a cabo ciberataques de tal calibre.
Además, en la información del diario estadounidense se señaló que el ataque surgió de una clase de informática impartida por un profesor ucraniano, y en Lanxiang "nunca se ha invitado a maestros extranjeros", aseguró una fuente del centro educativo.
Respecto a los presuntos enlaces de Lanxiang con el Ejército chino, un experto militar citado por el diario señaló que las Fuerzas Armadas buscan nuevos miembros en todas las universidades y escuelas técnicas superiores del país.
"Si el hecho de que estudiantes de un centro se alisten en el Ejército significa que la escuela entrena a soldados, entonces todas las escuelas del mundo están apoyadas por ejércitos", aseguró dicho experto.
Varios investigadores, incluidos expertos de los servicios de espionaje electrónico de EEUU, aseguraron a "The New York Times" que los últimos ciberataques contra Google fueron lanzados desde China y procedían de dos instituciones: la universidad de elite Shanghai Jiaotong y la mencionada escuela Lanxiang.
Los expertos señalaron, no obstante, que ello no asegura que el Gobierno chino estuviera detrás de los sabotajes, ya que es posible que los ordenadores de ambas instituciones fuesen manipulados, incluso desde fuera de China, un punto que también fue citado por "Global Times".
Google denunció el pasado 12 de enero que sus operaciones habían sido blanco de ciberataques, probablemente procedentes de China, con el fin de acceder a la correspondencia de disidentes chinos, además de robarle a la empresa códigos y secretos comerciales.
Tras ello, Google desató una gran polémica al amenazar con marcharse de China, aunque por ahora el buscador continúa funcionando en este mercado, el mayor del mundo con unos 380 millones de internautas. EFE
La Escuela de Formación Profesional Lanxiang de la provincia oriental de Shandong, una de las dos citadas como responsables de los ataques por el diario "The New York Times", aseguró al diario oficial "Global Times" que no tiene el equipamiento necesario para llevar a cabo ciberataques de tal calibre.
Además, en la información del diario estadounidense se señaló que el ataque surgió de una clase de informática impartida por un profesor ucraniano, y en Lanxiang "nunca se ha invitado a maestros extranjeros", aseguró una fuente del centro educativo.
Respecto a los presuntos enlaces de Lanxiang con el Ejército chino, un experto militar citado por el diario señaló que las Fuerzas Armadas buscan nuevos miembros en todas las universidades y escuelas técnicas superiores del país.
"Si el hecho de que estudiantes de un centro se alisten en el Ejército significa que la escuela entrena a soldados, entonces todas las escuelas del mundo están apoyadas por ejércitos", aseguró dicho experto.
Varios investigadores, incluidos expertos de los servicios de espionaje electrónico de EEUU, aseguraron a "The New York Times" que los últimos ciberataques contra Google fueron lanzados desde China y procedían de dos instituciones: la universidad de elite Shanghai Jiaotong y la mencionada escuela Lanxiang.
Los expertos señalaron, no obstante, que ello no asegura que el Gobierno chino estuviera detrás de los sabotajes, ya que es posible que los ordenadores de ambas instituciones fuesen manipulados, incluso desde fuera de China, un punto que también fue citado por "Global Times".
Google denunció el pasado 12 de enero que sus operaciones habían sido blanco de ciberataques, probablemente procedentes de China, con el fin de acceder a la correspondencia de disidentes chinos, además de robarle a la empresa códigos y secretos comerciales.
Tras ello, Google desató una gran polémica al amenazar con marcharse de China, aunque por ahora el buscador continúa funcionando en este mercado, el mayor del mundo con unos 380 millones de internautas. EFE
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