El juicio a la hija del fundador de la compañía china, acusada de violar las sanciones que Washington ha impuesto contra Irán, comenzará el 6 de marzo.
Un tribunal canadiense determinó que la vista del juicio de extradición a Estados Unidos de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, empiece el 6 de marzo, durante una comparecencia este martes de la ejecutiva china.
Durante la vista celebrada hoy en Vancouver (Canadá), los abogados de Meng confirmaron que las autoridades estadounidenses han solicitado formalmente su extradición.
Poco antes, el ministro de Justicia canadiense, David Lametti, informó en Ottawa "que Estados Unidos ha presentado una solicitud formal para la extradición de Meng" a su departamento.
Lametti tiene que decidir ahora en un plazo máximo de 30 días si la petición de Washington tiene méritos suficientes para que sea procesada por los tribunales canadienses.
Ayer, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Huawei, dos compañías afiliadas y a su directora financiera, Meng Wanzhou, de trece cargos de fraude y conspiración para saltarse las sanciones a Irán.
Meng fue arrestada por las autoridades canadienses a petición de Estados Unidos el pasado 1 de diciembre cuando hizo escala en Vancouver de camino a México.
El 11 de diciembre, un tribunal canadiense acordó concederle libertad bajo fianza de 10 millones de dólares canadienses (unos 7,5 millones de dólares estadounidenses) y la prohibición de salir de Canadá.
El arresto de Meng, hija del fundador de Huawei, ha causado una grave crisis diplomática entre Canadá y China.
Tras su arresto, China detuvo a dos canadienses, el diplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor, bajo la acusación de poner en peligro la seguridad nacional china.
Aunque ni Ottawa ni Pekín han vinculado públicamente el arresto de Meng con los de Kovrig y Spavor, analistas políticos consideran que los dos canadienses son víctimas de la decisión de Canadá de arrestar a la ejecutiva china.
Pekín también ha amenazado a Canadá con represalias si Meng es extraditada a Estados Unidos y ha acusado al país norteamericano de violar los derechos humanos de su ciudadana.
El sábado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, destituyó al embajador canadiense en China, John McCallum, después de que el diplomático hiciese unas controvertidas declaraciones sobre el caso de Meng.
Hace una semana, McCallum dio a entender que Meng tiene muchas posibilidades de evitar su extradición a Estados Unidos, entre otras razones, por unas declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, en las que sugirió que utilizaría el caso con el fin de presionar en las negociaciones comerciales con China.
Ayer, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, justificó que las declaraciones de McCallum fueron "inconsistentes" con la postura del Gobierno de Canadá.
EFE
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