La Unión Europea está desarrollando una ley para impulsar su propio desarrollo de chips, productos en escasez mundial.
La Unión Europea sigue dando qué hablar y, tras la propuesta de un solo puerto de carga para los equipos electrónicos, ahora ha apuntado más alto: crear sus propios chips o semiconductores.
La Comisión Europea quiere dejar de depender del bloque asiático y de Estados Unidos y está planeando una nueva legislación que permite la cooperación y asociación internacional de empresas para aumentar la capacidad de producción.
La propuesta, llamada Ley Europea de Chips, ha sido propuesta por la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con el fin de crear un ecosistema de vanguardia.
Objetivos en la industria del chip
Europa quiere duplicar la cuota de producción de chips en la región de cara al 2030, un plazo “realista” como lo comentó von der Leyen en el discurso anual del “Estado de la Unión Europea”.
Para ello, está pidiendo prioridades en la investigación y desarrollo de tecnología, con incentivos para potenciar el diseño y la producción nacional en los países miembros.
Según Reuters, la Unión Europea podría destinar hasta 800 millones de euros para que compañías como Intel, TSMC y otras refuercen sus fábricas en el Viejo Continente.
Durante los últimos 20 años, la producción europea de chips ha caído fuertemente, pasando a brindar su liderato a los asiáticos, quienes fabrican de manera masiva y mucho más económica.
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