Emmanuel Virot y Alexandre Ponomarenko llevaron a cabo una serie de experimentos para descubrir qué es lo que ocasiona el ruido de la "explosión" de la cancha.
Para la mayoría de personas las palomitas de maíz (o simplemente cachita) son solo un buen snack para acompañar las películas; sin embargo, para dos investigadores franceses, es un enigma biomecánico para ser descubierto.
Emmanuel Virot y Alexandre Ponomarenko llevaron a cabo una serie de experimentos para descubrir cuál es la temperatura ideal para hacer reventar el maíz, qué pasa cuando este estalla y qué es lo que ocasiona el ruido de la “explosión”, como indica el resumen de sus hallazgos publicados en la página de temas científicos Journal of the Royal Society Interface.
Con la ayuda de una cámara que toma 2900 imágenes por segundo, se encontró que cuando la temperatura del maíz alcanza los 100° Celsius, el agua que almacena se convierte en vapor.
Luego, cuando el calor llega a los 180° Celsius, la presión hace que el maíz se convierta en es mini olla a presión y llega hasta unas 10 atmósferas, es decir, 10 veces la presión de la atmósfera al nivel del mar.
Como no puede soportar tanta fuerza, la capa exterior del maíz se rompe y se abre, lo que provoca que el almidón salga violentamente al exterior junto al vapor de agua. El almidón que sale forma una especie de extremidad que choca a gran velocidad con la sartén u otro maíz.
Luego se produce una segunda fractura que agranda el maíz y provoca el sonido (¡pop!), el cual se da cuando el vapor de agua se mezcla con el almidón líquido y se escapa de manera violenta por la fractura de la cáscara.
El sonido dura unos 50 milisegundos. Entonces la mezcla de vapor y almidón se expande violentamente, se enfría y forma una espuma sólida que da a la cancha su característica consistencia.
El proceso completo desde la ruptura de la cáscara hasta la formación completa de la palomita dura unos 90 milisegundos.
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