El enorme dinosaurio, identificado como Aardonyx Celestae, pertenece a una especie antes desconocida. Medía entre siete y nueve metros de largo. Existió durante el periodo Jurásico, hace 195 millones de años.
Científicos sudafricanos encontraron los restos fósiles de una nueva especie de dinosaurio nunca antes vista, que, según las primeras estimaciones, darán importantes pistas sobre la evolución de las criaturas más grandes que han caminado sobre la Tierra
Esta nueva especie, identificada como el Aardonyx Celestae, que medía entre siete metros y nueve metros de largo, ocupa una "posición muy significativa en el árbol genealógico de los dinosaurios", refiere el paleontólogo Adam Yates, de la Universidad Wits de Johannesburgo.
El experto explica que el esqueleto, extraordinariamente conservado, muestra que la criatura era bípeda, pero ocasionalmente caminaba en cuatro patas, afirman los expertos. "Este nuevo dinosaurio nos está ayudando a completar y revisar nuestra imagen sobre cómo empezaron los dinosaurios verdaderamente gigantescos", afirmó Yates el diario Telegraph.
El "eslabón perdido"
El Aardonyx Celestae era un dinosaurio grande, de patas pequeñas, pecho grueso, cuello largo y cabeza pequeña, y parece ser el intermediario entre los presaurópodos bípedos y los verdaderos saurópodos gigantes.
"Es un ejemplar que estaba en camino a convertirse en un saurópodo, tan cercano evolutivamente a los verdaderos saurópodos como a sus parientes primitivos presaurópodos", explica Yates, esta vez a la cadena BBC.
"Tenía muchas de las características que vemos en los saurópodos, patas pequeñas y anchas y estómago amplio que demuestra que era herbívoro. Y la anatomía de la quijada demuestra que podía abrir la boca de par en par, para ingerir más alimento", añadió.
Esta nueva especie, identificada como el Aardonyx Celestae, que medía entre siete metros y nueve metros de largo, ocupa una "posición muy significativa en el árbol genealógico de los dinosaurios", refiere el paleontólogo Adam Yates, de la Universidad Wits de Johannesburgo.
El experto explica que el esqueleto, extraordinariamente conservado, muestra que la criatura era bípeda, pero ocasionalmente caminaba en cuatro patas, afirman los expertos. "Este nuevo dinosaurio nos está ayudando a completar y revisar nuestra imagen sobre cómo empezaron los dinosaurios verdaderamente gigantescos", afirmó Yates el diario Telegraph.
El "eslabón perdido"
El Aardonyx Celestae era un dinosaurio grande, de patas pequeñas, pecho grueso, cuello largo y cabeza pequeña, y parece ser el intermediario entre los presaurópodos bípedos y los verdaderos saurópodos gigantes.
"Es un ejemplar que estaba en camino a convertirse en un saurópodo, tan cercano evolutivamente a los verdaderos saurópodos como a sus parientes primitivos presaurópodos", explica Yates, esta vez a la cadena BBC.
"Tenía muchas de las características que vemos en los saurópodos, patas pequeñas y anchas y estómago amplio que demuestra que era herbívoro. Y la anatomía de la quijada demuestra que podía abrir la boca de par en par, para ingerir más alimento", añadió.
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