Este centro fue realizado con un préstamo millonario por parte del gobierno chino. El informe sugiere que estas deficiencias fueron “intencionales”.
Huawei, la gigante china de telecomunicaciones, construyó un centro de datos en Papúa Nueva Guinea para el almacenamiento de sus archivos secretos, pero cuenta con graves deficiencias de seguridad “intencionales”, según el gobierno australiano.
Este informe, publicado en el Australian Financial Review, afirma que la instalación financiada con el préstamo de 53 millones de dólares del gobierno chino, estaba destinada a albergar todos los documentos del gobierno del país de Oceanía, pero no se ha mudado del todo por insuficiencia de fondos.
De acuerdo con la investigación gubernamental, el lugar es fácilmente blanco de robo de información: el software de cifrado estaba desactualizado, el algoritmo utilizado para cifrar las comunicaciones se había llamado anteriormente "abiertamente roto" y los cortafuegos habían llegado al final de su vida útil dos años antes de que se abriera la instalación en 2018.
El informe sugiere, pero no afirma de manera concluyente, que los deficientes sistemas de ciberseguridad de Huawei fueron intencionales. Pero agrega que, si había un plan para espiar las operaciones del gobierno de Papúa Nueva Guinea, en su mayoría fracasó debido a que el centro de datos se deterioró debido a que no había fondos suficientes para el mantenimiento y las operaciones.
La compañía también construyó una red de cable submarino que conecta las islas dispares de Papúa Nueva Guinea entre sí e Indonesia.
Australia, Estados Unidos y Japón intentaron detener el proyecto, pero no tuvieron éxito. Australia logró bloquear a Huawei de un cable que conectaba PNG y las Islas Salomón con Australia, poniendo 200 millones de dólares en ayuda exterior. Desde entonces, Huawei vendió su división de cables submarinos a otra empresa china.
En un esfuerzo por arreglar la instalación, el gobierno de Papúa Nueva Guinea se dirigió a Australia en busca de ayuda, solicitando asistencia financiera. En cambio, el gobierno australiano encargó este informe. No ha proporcionado fondos para reparar la instalación, y las conclusiones afirman que se requeriría una "reconstrucción completa".
Estados Unidos también ha presionado a sus aliados para que excluyan a Huawei de sus redes por motivos de seguridad nacional, y recientemente ha convencido al Reino Unido de que comience a eliminar a la compañía de sus planes 5G . Australia, Canadá y Francia también tienen sus propias prohibiciones.
Huawei ha negado las acusaciones: “Este proyecto cumple con los estándares industriales apropiados y los requisitos del cliente".
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