Agencia Espacial Europea cree que los desperdicios acumulados durante décadas de actividad se han convertido en una amenaza permanente para los satélites.
Una empresa australiana ha desarrollado un sistema de seguimiento con láser para "ordenar" el espacio y evitar que la "basura cósmica" choque con las naves y satélites que orbitan la Tierra.
La Agencia Espacial Europea cree que los desperdicios acumulados durante décadas de actividad se han convertido en una amenaza permanente para los más de cinco mil satélites en funcionamiento que giran alrededor del planeta.
El director de la compañía australiana Electro Optic Systems, Craig Smith, asegura haber encontrado una solución al problema.
Smith explicó a Efe que su sistema utiliza el mismo principio que los radares, pero es mucho más exacto y puede detectar y medir incluso objetos minúsculos.
El dispositivo localiza y rastrea los escombros, algunos de los cuales tienen menos de 10 centímetros de diámetro, y así se logra proteger a astronautas y satélites.
Electro Optic Systems tiene previsto colocar telescopios primero en la estación de Mount Stromlo cerca de Camberra, y luego ir ampliando su red de láseres al resto de Australia y el mundo.
Actualmente está en marcha un sistema de radar espacial, gratuito y que funciona de manera similar a un GPS.
Este dispositivo observa la acción que se da en el espacio y si ve alguna posibilidad de colisión (o "conjunción" según el término científico), avisa al operador del satélite o nave que se encuentra en peligro.
"Pero la información no es exacta, con lo cual ocurren accidentes que podrían evitarse, y por otra parte el operador tiene que mover el satélite y gasta combustible, algo que a su vez acorta la vida útil del satélite", aclaró Smith.
Los láseres de Electro Optic Systems "estarán distribuidos de forma estratégica en unos diez lugares en ambos hemisferios y colocados de tal forma que si uno no puede localizar un objeto, porque hay nubes o por la razón que sea, otro pueda hacerlo después" cuando entre en su área de influencia.
Smith indicó que ya se han interesado por su sistema empresas de Estados Unidos y Europa", sin dar más detalles, y señaló que necesita financiación para poder seguir desarrollando el dispositivo.
"Habrá un telescopio en el suelo que disparará rayos láser hacia el objetivo, medirá el tiempo en que la señal luminosa tarda en hacer el viaje de la Tierra al objeto y del objeto a la Tierra, y multiplicar este tiempo por la velocidad de la luz nos dará la distancia exacta", apuntó el australiano.
Según los cálculos de los astrónomos, están suspendidos en la órbita terrestre unos 200.000 objetos de menos de un centímetro de diámetro, como flecos de pintura despegada de los cohetes, y otros 500.000 de aproximadamente un centímetro o más, hasta contenedores de fuel del tamaño de un autobús.
Los sistemas de radar existentes no pueden detectar objetos pequeños abandonados por cohetes y satélites que se han dejado de usar.
Además, al viajar a velocidades ultra-rápidas, esta "basura cósmica" puede destruir equipos nuevos que se acaban de lanzar al espacio.
"Si viajan a 30.0000 kilómetros por hora y colisionan con un satélite que viaja en otra orbita, el efecto puede ser devastador", alertó Smith.
En septiembre del año pasado, los restos del cohete europeo Ariane pasaron a 1,3 kilómetros del transbordador Discovery acoplado a la Estación Espacial Internacional, pero en aquella ocasión la NASA aseguró que ninguna de las naves o los 13 astronautas que las tripulaban estuvieron amenazados.
Si esos desperdicios se hubieran aproximado más, el Discovery hubiera tenido que gastar fuel para encender sus motores y llevar a cabo una complicada maniobra para sortear la basura.
-EFE
La Agencia Espacial Europea cree que los desperdicios acumulados durante décadas de actividad se han convertido en una amenaza permanente para los más de cinco mil satélites en funcionamiento que giran alrededor del planeta.
El director de la compañía australiana Electro Optic Systems, Craig Smith, asegura haber encontrado una solución al problema.
Smith explicó a Efe que su sistema utiliza el mismo principio que los radares, pero es mucho más exacto y puede detectar y medir incluso objetos minúsculos.
El dispositivo localiza y rastrea los escombros, algunos de los cuales tienen menos de 10 centímetros de diámetro, y así se logra proteger a astronautas y satélites.
Electro Optic Systems tiene previsto colocar telescopios primero en la estación de Mount Stromlo cerca de Camberra, y luego ir ampliando su red de láseres al resto de Australia y el mundo.
Actualmente está en marcha un sistema de radar espacial, gratuito y que funciona de manera similar a un GPS.
Este dispositivo observa la acción que se da en el espacio y si ve alguna posibilidad de colisión (o "conjunción" según el término científico), avisa al operador del satélite o nave que se encuentra en peligro.
"Pero la información no es exacta, con lo cual ocurren accidentes que podrían evitarse, y por otra parte el operador tiene que mover el satélite y gasta combustible, algo que a su vez acorta la vida útil del satélite", aclaró Smith.
Los láseres de Electro Optic Systems "estarán distribuidos de forma estratégica en unos diez lugares en ambos hemisferios y colocados de tal forma que si uno no puede localizar un objeto, porque hay nubes o por la razón que sea, otro pueda hacerlo después" cuando entre en su área de influencia.
Smith indicó que ya se han interesado por su sistema empresas de Estados Unidos y Europa", sin dar más detalles, y señaló que necesita financiación para poder seguir desarrollando el dispositivo.
"Habrá un telescopio en el suelo que disparará rayos láser hacia el objetivo, medirá el tiempo en que la señal luminosa tarda en hacer el viaje de la Tierra al objeto y del objeto a la Tierra, y multiplicar este tiempo por la velocidad de la luz nos dará la distancia exacta", apuntó el australiano.
Según los cálculos de los astrónomos, están suspendidos en la órbita terrestre unos 200.000 objetos de menos de un centímetro de diámetro, como flecos de pintura despegada de los cohetes, y otros 500.000 de aproximadamente un centímetro o más, hasta contenedores de fuel del tamaño de un autobús.
Los sistemas de radar existentes no pueden detectar objetos pequeños abandonados por cohetes y satélites que se han dejado de usar.
Además, al viajar a velocidades ultra-rápidas, esta "basura cósmica" puede destruir equipos nuevos que se acaban de lanzar al espacio.
"Si viajan a 30.0000 kilómetros por hora y colisionan con un satélite que viaja en otra orbita, el efecto puede ser devastador", alertó Smith.
En septiembre del año pasado, los restos del cohete europeo Ariane pasaron a 1,3 kilómetros del transbordador Discovery acoplado a la Estación Espacial Internacional, pero en aquella ocasión la NASA aseguró que ninguna de las naves o los 13 astronautas que las tripulaban estuvieron amenazados.
Si esos desperdicios se hubieran aproximado más, el Discovery hubiera tenido que gastar fuel para encender sus motores y llevar a cabo una complicada maniobra para sortear la basura.
-EFE
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