El aparato partió con tres astronautas a bordo, un ruso, un estadounidense y un canadiense. El despegue se produjo desde el cosmódromo kazajo de Baikonur.
La nave rusa Soyuz TMA-7M con tres cosmonautas a bordo, un ruso, un estadounidense y un canadiense, fue lanzada hoy desde el cosmódromo kazajo de Baikonur con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Según el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia, la nave despegó a las 12.12 GMT con la ayuda de un cohete portador Soyuz-FG, sin contratiempos, informaron las agencias rusas.
La tripulación de la Soyuz TMA-7M está integrada por el ruso Román Romanenko, el estadounidense Thomas Marshburn y el canadiense Christopher Hadfield, quienes cumplirán una misión de cuatro meses a bordo de la plataforma orbital.
Los tres nuevos inquilinos de la EEI, que regresarán a la Tierra en mayo de 2013, completarán casi 130 experimentos científicos, entre los que figura el análisis de las propiedades de la sangre en condiciones de microgravitación.
Para ello, se utilizará una especie de caja que almacena la sangre, la analiza y ofrece resultados en cuestión de unos minutos, según Hadfield, que será a partir de marzo el primer comandante canadiense de la EEI.
"Yo, como médico, espero con impaciencia los experimentos. El 20-30 por ciento estarán relacionados con el cuerpo humano", dijo Marshburn.
Además, durante los próximos meses recibirán dos cargueros rusos Progress y uno estadounidense Dragon con carga vital para la tripulación de la estación.
La Soyuz TMA-7M se acoplará el viernes a las 14.12 GMT tras menos de dos días de travesía a la plataforma que orbita a unos 300 kilómetros de la Tierra.
La tripulación sustituirá a los rusos Oleg Novitski y Evgeni Tarelkin y al astronauta Kewin Ford, que partieron de la Tierra el pasado octubre.
Recientemente, se acordó que el astronauta estadounidense Scott Kelly y el cosmonauta ruso Mijaíl Kornienko completarán en 2015 una misión de un año en la EEI, cuyo objetivo será recabar datos para futuros viajes interplanetarios.
EFE