Elon Musk quiso controlar OpenAI en 2018, considerando que Google la había superado por mucho. Luego de su partida, Microsoft entró en la escena.
Durante años, Elon Musk ha sido el centro de atención en la esfera tecnológica. Tesla, SpaceX y Neuralink lo convirtieron en una de las figuras más prominentes del mundo.
Desde 2022 y la adquisición de Twitter, la figura de Elon Musk se ha mantenido relevante aunque cada vez más polémica, pero Silicon Valley ahora tiene un nuevo “engreído”.
Se trata de Sam Altman la cabeza de OpenAI, la compañía que ha ganado gran protagonismo con ChatGPT.
Elon Musk fue cofundador de OpenAI, pero dejó la empresa hace algunos años. Asegurando que buscaba evitar conflictos de interés, ya que Tesla también estaba trabajando en este campo.
Semafor ha contado lo que pasó tras las bambalinas de este divorcio.
Elon Musk no se fue en los mejores términos
Elon Musk fue una de las personas que brindó donaciones que ascendieron a 100 millones de dólares (prometiendo un total de 1,000 millones de dólares) para fundar OpenAI en 2015, una organización sin fines de lucro para estudiar la inteligencia artificial (IA).
En 2018, Elon Musk exigió tomar el control de OpenAI al considerar que la firma había sido superada de largo por Google, reporta Semafor en base al testimonio de ocho personas que conocen del conflicto.
Sam Altman y otras figuras de OpenAI se negaron, lo que devino en la salida de Musk de la junta de directores.
Elon Musk y la promesa no cumplida que derivó en el ascenso de OpenAI
Fue entonces que Sam Altman, otro de los fundadores de OpenAI asumió como director y presidente en 2018.
Elon Musk dejó de dar dinero a OpenAI tras abandonar la firma que esperaba contar con unos 900 millones de dólares extra.
Desarrollar modelos de inteligencia artificial no es para nada barato. Es entonces que OpenAI decide crear una entidad con fines de lucro en 2019 para poder sobrevivir.
Sam Altman tomó la decisión de no tomar acciones de la nueva entidad, ya que había logrado ser millonario gracias a sus inversiones en la esfera tecnológica. No necesitaba el dinero.
Entonces Microsoft entró en escena, con 1,000 millones de dólares para OpenAI y ayuda en la infraestructura.
Fue con esta alianza que OpenAI logró crear una supercomputadora para desarrollar modelos como ChatGPT o el generador de imágenes DALL-E.
Elon Musk y sus críticas a OpenAI
OpenAI escaló en popularidad a finales del 2022 con el lanzamiento de ChatGPT al público. Curiosamente, sobrepasando a Google, que apuró la presentación de Bard, su modelo de inteligencia artificial. Microsoft, a su vez, ha vuelto a ganar relevancia, con cada vez más usuarios de Bing por sus implementaciones de IA.
Elon Musk tomó la decisión de cortar el acceso de OpenAI a datos de Twitter, un contrato previo a su compra en 2022.
El multimillonario parece mantener recelo con OpenAI. “Sigo confundido cómo una entidad sin fines de lucro a la que doné 100 millones de dólares de alguna manera se convirtió en una compañía con fines de lucro valuada en 30 mil millones de dólares. Si esto es legal, ¿por qué no todo el mundo lo hace?”, tuiteó Elon Musk el 15 de marzo.
El 24 de marzo, Elon Musk volvió a atacar con un meme haciendo referencia a la asociación entre OpenAI y Microsoft: “Yo dándome cuenta que la inteligencia artificial (IA), la herramienta más poderosa jamás creada por el hombre, está ahora en las manos de un monopolio corporativo feroz”.
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