La proliferación de modelos de Inteligencia Artificial podría retrasar el debate final sobre la ‘Ley de IA’.
En un año que ya se perfila como “revolucionario” en temas de Inteligencia Artificial Generativa y su aplicación multimodal, la Unión Europea parece haber entrado en una carrera contra reloj, debido a las complicaciones generadas por la llegada de ChatGPT y otros desarrollos que han provocado reconsideraciones para el armado de la esperada “Ley de la IA”, un ambicioso proyecto que busca proteger a los ciudadanos frente a posibles riesgos asociados a tecnología emergente.
De acuerdo con Reuters, se esperaba un consenso entre los legisladores para la aprobación de un proyecto que implementa reglas claras sobre el uso de la Inteligencia Artificial en Europa y que viene gestándose desde hace dos años. El medio señala que algunos debates evidenciaron el desacuerdo entre representantes respecto varias facetas de la Ley.
Los equipos de trabajo asociados a este proyecto de Ley han presentado más de 3 mil enmiendas que buscan abarcar todas las instancias del desarrollo IA, abarcando desde un despacho dedicado a la IA hasta el alcance de este proyecto, que ya acumula 108 páginas.
Para los especialistas, el nudo que impide resolver el tema de manera más veloz se centra en el balance entre alentar la innovación y proteger los derechos de los ciudadanos. En base a esta escala, se determina el nivel de “riesgo percibido”, estableciendo niveles mínimos, limitados, altos e inaceptables. Cada nivel establece un nivel de transparencia acorde al riesgo.
De acuerdo con los eurodiputados, esta futura Ley estará sujeta a revisiones de manera constante, en función de los cambios de la industria. Sin embargo, la prisa se genera debido al cierre del periodo legislativo en 2024, año en que se llevarán a cabo elecciones europeas.
Ley de IA en Europa: qué debes saber
Este proyecto busca incluir a las empresas que proporcionen un producto o servicio basado en IA dentro de Europa. Esto comprende sistemas que generen contenido, predicciones o recomendaciones y que puedan influir en ciertos entornos. Este conjunto de normas funcionará en conjunto con otras leyes asociadas, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
La ley comprende un uso privado y público de la IA, considerando el nivel de interacción que tenga con ciudadanos. En el caso de que una IA se use con fines de vigilancia, la compañía desarrolladora estará obligada a mayores niveles de transparencia. Sin embargo, se prohíbe la implementación de tecnologías IA catalogadas como “inaceptables”.
Dentro de proyecto de Ley considera también una serie de multas, en caso algunas empresas no cumplan con la regulación. El monto puede ir hasta los 30 millones de euros o el 6% de la ganancia global, dependiendo cuál sea más alta.
ChatGPT y la Ley de IA ¿en dónde encaja?
Para nuevas tecnologías basadas en Inteligencia Artificial como los recientes desarrollos bajo Tranformadores Generativos Pre entrenados (GPT) como ChatGPT y otras, la iniciativa legislativa considera la categoría “GPAIS” o Sistema de IA de Propósito General. Parte del debate se centra en etiquetar a tecnologías similares como “Alto Riesgo” y qué significaría esto para las empresas que quieran añadir esto a sus propios productos.
Por ejemplo, la inclusión de una IA generativa para atención al cliente, por ejemplo, debe pasar por un proceso de transparencia designado por la UE y trabajada en conjunto con el GDPR y otras leyes asociadas a prácticas tecnológicas y derechos ciudadanos.
El proyecto de Ley sigue en debate, hasta que logre un consenso entre parlamentarios y pueda pasar a un diálogo tripartito entre representantes del Parlamento Europeo, el Concejo de la Unión Europea y la Comisión Europea. Tras una posible aprobación, se genera un periodo de gracia de hasta dos años para que las empresas puedan adaptarse al marco regulatorio.
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