Una serie de episodios cortos y rápidos de calentamiento global tuvieron lugar en la última edad de hielo del Pleistoceno, coincidiendo con las extinciones masivas de grandes mamíferos.
Un cambio en el clima producido de forma abrupta y similar al que tiene lugar hoy en día a causa de la actividad humana fue el causante de la muerte y extinción de los mamuts, según un estudio publicado por la revista Science.
Un grupo de investigadores internacionales determinó que una serie de episodios cortos y rápidos de calentamiento global, conocidos como interestadiales, tuvieron lugar en la última edad de hielo del Pleistoceno, coincidiendo con las extinciones masivas de grandes mamíferos.
Para alcanzar esta conclusión, los investigadores, liderados por científicos de las universidades de Adelaide y de Nueva Gales del Sur, ambas en Australia, analizaron muestras antiguas de ADN extraídas de fósiles, y se sirvieron de la técnica conocida como datación por radiocarbono.
"Este calentamiento abrupto tuvo un profundo impacto en el clima que causó cambios bruscos en la vegetación y las precipitaciones", indicó el director del Centro Australiano para ADN Antiguo y profesor de la Universidad de Adelaide, Alan Cooper.
"Incluso sin la presencia de humanos se produjeron extinciones masivas. Cuando añadimos la presión y fragmentación del medio ambiente causada por los humanos a los rápidos cambios del calentamiento global, se nos plantean cuestiones preocupantes sobre el futuro de nuestro medio ambiente", prosiguió Cooper.
La investigación empezó hace diez años, cuando se detectó un modelo común en estudios de ADN antiguo que sugería que la rápida desaparición de especies grandes como los mamuts estaba relacionada con repentinos episodios de frío.
Sin embargo, a medida que la investigación avanzó y se analizaron más muestra fósiles de ADN, se demostró lo contrario, que fue el rápido calentamiento y no el frío lo que causó las extinciones masivas durante el Último Máximo Glacial.
Entre estas extinciones, destaca la de los mamuts y la de los perezosos terrestres, que desaparecieron hace alrededor de 11.000 años, al final de la última edad de hielo.
"Es importante reconocer que el ser humano también jugó un papel importante en la desaparición de las especies gigantes", indicó el profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur Chris Turney.
"El calentamiento abrupto del clima causó cambios masivos en el medio ambiente que pusieron en marcha en proceso de extinción, pero el incremento de humanos apuntilló una población que ya se encontraba bajo estrés", concluyó.
EFE
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