Las máquinas de helados son, generalmente, indescriptibles en su sistema, pero una pareja logró acceder a ellas en búsqueda "de la fórmula secreta" y ha causado gran molestia en la franquicia.
Las máquinas de helados de McDonald’s se han convertido en un gran misterio para muchos: pocos conocen los algoritmos y el proceso que realizan los programas internos para brindarnos los postres. Sin embargo, una pareja logró acceder a ellos y ahora está en un problema con la empresa.
Jeremy O’Sullivan y Melissa Nelson lograron piratear las máquinas de helados de McDonalds, de la marca Taylor, los cuales son vendidos por 18 mil dólares a las franquicias, pero que los compradores no saben su funcionamiento.
"Nadie en McDonald's o Taylor explicará por qué hay un menú secreto y no revelado", escribió O'Sullivan justificando el hackeo.
¿Un bien necesario?
En la actualidad, las máquinas de helados funcionan por sí solas, aunque con ayuda de operarios, y, en caso de fallas, existe un servicio de la propia McDonalds que se ocupa de los problemas.
Pero las franquicias, los que pagan para vender los helados, no saben mucho sobre ellas y, ante una ola creciente de errores en las máquinas de todo Estados Unidos, la pareja entró en acción.
Jeremy O'Sullivan, de 34 años, y su compañera, Melissa Nelson, de 33, comenzaron a vender un aparato del tamaño de un pequeño libro de bolsillo, que ellos llaman Kytch.
Se instala dentro de la máquina de helados Taylor y, conectado al Wi-Fi, piratea el aparato ofrece acceso a sus secretos prohibidos. Kytch actúa como un error de vigilancia dentro de la máquina, interceptando y escuchando las comunicaciones entre sus componentes y enviándolos a una interfaz de usuario mucho más amigable que la que Taylor pretende.
El dispositivo no solo muestra todos los datos internos ocultos de la máquina, sino que los registra a lo largo del tiempo e incluso sugiere soluciones de resolución de problemas, todo a través de la web o una aplicación.
“Es una gran fuente de ingresos tener un cliente ciego a propósito, intencionalmente y que no puede realizar cambios fundamentales en su propio equipo”, dice O'Sullivan a Wired.
Las consecuencias, claro, ya son palpables. McDonald's ha llegado a enviar correos electrónicos a los franquiciados de McDonald's, advirtiéndoles que los dispositivos Kytch violan la "información confidencial" de una máquina Taylor e incluso pueden causar "lesiones humanas graves”, algo que sus creadores lo niegan. Taylor también presentó recientemente su propio producto de monitoreo conectado a Internet de la competencia.
Y ahora, la pareja está planeando demandar a las franquicias de McDonald’s por acceder al pedido de la cadena de entregar sus dispositivos Kytch para aplicarles ingeniería inversa y conocer sus bondades, una violación a los acuerdos de venta del producto.
Aunque por momentos, el creador cae en la trivialidad, "Queremos que el mundo sepa esto porque es un ... quiero decir, ¡se trata de helado!", esta guerra también se resume a una pregunta: "¿Cuál es el verdadero propósito de este menú oculto?"
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