Símonov fue diseñador jefe de la corporación Sukhói desde 1983, y se especializó en la fabricación de aviones de asalto. Sacó a flote la industria militar rusa cuando estuvo en crisis.
El ingeniero ruso, Mijaíl Símonov, diseñador de los aviones de guerra de la familia Sukhói, , uno de los cazas más versátiles del mundo, murió después de una prolongada enfermedad a los 81 años de edad.
Símonov desarrolló el bimotor Su-27, nave altamente maniobrable, usada por la la fuerza aérea soviética desde principios de la década de los 80. Tenía un alcance de 3.500 kilómetros, admirable agilidad y capacidad para volar a 2,35 veces la velocidad del sonido.
EL ingeniero ruso desarrolló varios aviones deportivos, pero su verdadera pasión estaba enfocada en los aviones de asalto como especialidad como el Su-24 y el Su-25, según la agencia RIA-Nóvosti.
Gracias a su extraordinario ingenio, Símonov fue galardonado con la mayor distinción de la época soviética (Premio Lenin, 1974) y rusa (Héroe de Rusia, 1999). ´
Símonov, creó el Su-27, un avión apto de realizar cualquier operación de combate, pensando en contrarrestar al F-15 "Eagle" norteamericano. Esta nave podía efectuar maniobras extraordinarias a velocidades muy bajas.
Además, Símonov ha quedado inmortalizado en las páginas de la historia de la Fuerza Aérea Rusa por conseguir que el Su-27 sea el avión más vendido de los últimos 20 años y que , a pesar del tiempo, aún se fabrica.
El fusil de asalto Kaláshnikov y los cazas Sukhói, especialmente el Su-27, son como tesoros de armamento ruso, que incluso son utilizados por varias Fuerzas Aéreas de muchos países.
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