La reacción de Pekín se produce semanas después de que los ataques denunciados por Google motivaran una fuerte crítica por parte de Washington.
Pekín respondió hoy por primera vez de forma directa a las acusaciones de la multinacional tecnológica Google del 12 de enero, cuando ésta aseguró haber sido objeto de ataques por parte de hackers (piratas informáticos) del gobierno chino, un extremo que el ejecutivo chino considera "infundado".
Hasta ahora, Pekín había defendido su derecho a hacer uso de la censura en internet y había pedido a Google y otras multinacionales que se ciñeran a las regulaciones de la República Popular.
"Los comentarios de Google del 12 de enero no tienen fundamento. China se opone de manera firme" a esas acusaciones, señaló hoy el portavoz de turno del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, en rueda de prensa.
El portavoz añadió que "las acusaciones de la implicación del gobierno chino son también irresponsables y responden a ulteriores motivos".
Google amenazó en enero con abandonar sus negocios en idioma chino después de haber sido objeto de ataques de piratas informáticos y de la censura china, una de las más sofisticadas del mundo y ante la que las multinacionales del sector se han tenido que doblegar para acceder a un mercado de 384 millones de usuarios.
Disidentes políticos, activistas de derechos humanos, periodistas y empresarios fueron objeto de estos ataques perpetrados contra sus correos privados de Gmail.
Según el portavoz Qin, "China promueve el desarrollo de internet, administra la red de acuerdo con la ley" y "prohíbe y persigue el hacking según la ley".
Agregó el portavoz que su administración y "las compañías internacionales" relevantes están manteniendo una comunicación "sólida y fluida", aunque no mencionó directamente a la firma estadounidense.
Qin respondió además a la acusación de la prensa extranjera de que los ataques provenían de dos escuelas informáticas chinas señalando que "los portavoces de ambos centros han aclarado que no están involucrados en esos ataques, por lo que esos informes son totalmente infundados".
La reacción de Pekín se produce semanas después de que los ataques denunciados por Google motivaran una fuerte crítica por parte de Washington en defensa de la libertad de expresión en internet, el primero de una serie de altercados políticos entre ambas potencias.
A continuación, Pekín reaccionó con acritud a la venta de armas estadounidenses a Taiwán, isla a la que considera parte de su soberanía, y a la reunión entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y el Dalai Lama, líder espiritual tibetano en el exilio. EFE
Hasta ahora, Pekín había defendido su derecho a hacer uso de la censura en internet y había pedido a Google y otras multinacionales que se ciñeran a las regulaciones de la República Popular.
"Los comentarios de Google del 12 de enero no tienen fundamento. China se opone de manera firme" a esas acusaciones, señaló hoy el portavoz de turno del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, en rueda de prensa.
El portavoz añadió que "las acusaciones de la implicación del gobierno chino son también irresponsables y responden a ulteriores motivos".
Google amenazó en enero con abandonar sus negocios en idioma chino después de haber sido objeto de ataques de piratas informáticos y de la censura china, una de las más sofisticadas del mundo y ante la que las multinacionales del sector se han tenido que doblegar para acceder a un mercado de 384 millones de usuarios.
Disidentes políticos, activistas de derechos humanos, periodistas y empresarios fueron objeto de estos ataques perpetrados contra sus correos privados de Gmail.
Según el portavoz Qin, "China promueve el desarrollo de internet, administra la red de acuerdo con la ley" y "prohíbe y persigue el hacking según la ley".
Agregó el portavoz que su administración y "las compañías internacionales" relevantes están manteniendo una comunicación "sólida y fluida", aunque no mencionó directamente a la firma estadounidense.
Qin respondió además a la acusación de la prensa extranjera de que los ataques provenían de dos escuelas informáticas chinas señalando que "los portavoces de ambos centros han aclarado que no están involucrados en esos ataques, por lo que esos informes son totalmente infundados".
La reacción de Pekín se produce semanas después de que los ataques denunciados por Google motivaran una fuerte crítica por parte de Washington en defensa de la libertad de expresión en internet, el primero de una serie de altercados políticos entre ambas potencias.
A continuación, Pekín reaccionó con acritud a la venta de armas estadounidenses a Taiwán, isla a la que considera parte de su soberanía, y a la reunión entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y el Dalai Lama, líder espiritual tibetano en el exilio. EFE
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