Una resolución de la Administración Federal de Aviación estadounidense señala que existen riesgos de interferencia entre la señal de radio usada por el sistema aéreo y la red 5G.
La creciente demanda por conectividad 5G en el mundo provoca que, a veces, haya conflictos que no pueden pasarse por alto. Un reciente pedido de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) ha generado dudas sobre el posible nivel de interferencia de la nueva red de telecomunicaciones en la estabilidad de la frecuencia usada por los aviones.
El informe de la FAA precisa que la implementación de una mejor velocidad para la red 5G en la banda C del espectro asignado a AT&T y Verizon, que se encuentran entre las 3,7 y 4,2GHz, podrían causar interferencia con los radioaltímetros usados en cabinas de aviones comerciales, cuya frecuencia asignada está entre los 4,2 y 4,4GHz.
La entidad señala que la cercanía entre estos bloques afectaría la medida del radioaltímetro, un sistema que le indica al piloto a qué distancia se encuentra del suelo, un parámetro indispensable para el aterrizaje.
Interferencia radial, 5G y aviones
El informe de FAA señala que las aerolíneas estadounidenses han invertido más de 80 mil millones de dólares a inicios de 2021 para acceder a estas frecuencias optimizadas en el uso de radio. Esta decisión podría retrasare el lanzamiento de una nueva tecnología que ha sido habilitada recientemente por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en beneficio del pueblo estadounidense.
Este retraso, si bien permite revisar la seguridad aérea, podría provocar un impacto negativo en el negocio de las telecomunicaciones y la expansión de 5G, una tecnología que China ha desarrollado en mayor escala y de forma más eficiente.
400 MHz de margen
Los analistas señalan que la implementación paulatina de la banda C para telecomunicaciones permitirá que se mantenga un margen efectivo de hasta 400 MHz entre las bandas asignadas a 5G y la aviación comercial. En esta primera fase se habilitará una porción de espectro entre los 3,7 y 3,8GHz.
Esta brecha, en términos de radiofrecuencia, podría ser más que suficiente para que ambas implementaciones coexistan sin interrumpir el trabajo de cada una. Sin embargo, parece que el excesivo cuidado que la FAA tiene sobre el tema la enfrenta directamente con las intenciones de las FCC, entidad que maneja con mucho recelo la distribución eficiente del espectro radioeléctrico en Estados Unidos.
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