Es la primera vez que una sonda visita al Lutetia, llamado así porque se descubrió en París. La nave ha recogido imágenes que serán valiosísimas.
La sonda europea Rosetta acudió hoy puntual a su cita con el asteroide Lutetia, al que ha fotografiado por primera vez, en una misión que la comunidad científica espera que desvele datos clave sobre la formación del sistema solar.
Tal y como estaba previsto, el máximo acercamiento se produjo a las 18.10 hora local (16.10 GMT), cuando la nave se situó a algo más de 3.100 kilómetros del asteroide y a unos 457 millones de kilómetros de la Tierra, informó la Agencia Espacial Europea (ESA).
La nave dejó de comunicarse con la Tierra poco antes de ese momento y el centro de control de operaciones de la ESA tuvo la confirmación de que todo había salido bien en el plazo previsto, hacia las 16.45 GMT.
El cruce entre los dos cuerpos se realizó a una velocidad de unos 15 kilómetros por segundo.
Es la primera vez que una sonda visita al Lutetia, llamado así porque se descubrió en París, nombre con el que los romanos bautizaron a la actual capital francesa.
La nave ha recogido imágenes de alta resolución que los expertos ya anticipan que serán valiosísimas, así como datos que pueden ser muy relevantes sobre la composición de su superficie y de su entorno próximo.
Rita Schulz, una de las científicas que participa en el proyecto, subrayó: "lo que es muy importante para nosotros es la composición de este asteroide".
"Ahora vamos a tener los detalles", agregó durante la retransmisión del encuentro cósmico que la ESA realizó en directo a través de internet.
Hasta el momento se sabe que existen 14 tipos distintos de asteroides en el llamado cinturón de asteroides principal, que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Los asteroides son cuerpos primitivos del sistema solar que contienen la información originaria en diferentes estadios de evolución.
Lo que ha ocurrido hoy, precisa la Agencia Espacial Europea en su página web, "nos permitirá reconstruir la historia de nuestro vecindario en el espacio".
Algunas de las incógnitas se desvelarán esta misma noche, con la difusión de las primeras de las instantáneas captadas del segundo asteroide que sobrevuela Rosetta, con un diámetro de unos 95 kilómetros.
El primero fue Steins, mucho más pequeño, al que se acercó en una primera etapa de su viaje, el 5 de septiembre de 2008.
Gracias a Rosetta se ha sabido, por ejemplo, que Steins es de color gris, tiene forma de diamante y cuenta con cadenas de hasta siete cráteres seguidos.
En breve se conocerán detalles similares en torno a su acercamiento a Lutetia, con el que se cumple una de las principales etapas del largo viaje emprendido por la sonda de la ESA el 2 de marzo de 2004.
Fue entonces cuando se lanzó al espacio desde la base de Kurú (Guayana Francesa) para una misión que se espera que finalice cuando llegue al cometa Churyumov-Gerasimenko en mayo de 2014.
Una vez esté en la órbita del cometa, tras un largo periplo de 10 años y de 6,5 millones de kilómetros, lo observará durante 18 meses con la ayuda también de un módulo de aterrizaje, un pequeño robot que lleva a bordo llamado "Philae", que se instalará en su núcleo helado.
Este complejo y ambicioso proyecto espacial, que ha costado unos 1.000 millones de euros (1.420 millones de dólares), proporcionará nuevos datos sobre el interior y el origen del sistema solar hace 4.600 millones de años y las claves para entender la aparición de la vida en la Tierra.
Cuenta con una importante participación de científicos españoles, que han intervenido específicamente en el desarrollo de dos de los instrumentos que porta la nave: OSIRIS y GIADA.
El primero es para estudiar con alta resolución el núcleo del cometa y el gas y el polvo a su alrededor, mientras que GIADA analizará el polvo cometario, con tres tipos de sensores.
EFE
Tal y como estaba previsto, el máximo acercamiento se produjo a las 18.10 hora local (16.10 GMT), cuando la nave se situó a algo más de 3.100 kilómetros del asteroide y a unos 457 millones de kilómetros de la Tierra, informó la Agencia Espacial Europea (ESA).
La nave dejó de comunicarse con la Tierra poco antes de ese momento y el centro de control de operaciones de la ESA tuvo la confirmación de que todo había salido bien en el plazo previsto, hacia las 16.45 GMT.
El cruce entre los dos cuerpos se realizó a una velocidad de unos 15 kilómetros por segundo.
Es la primera vez que una sonda visita al Lutetia, llamado así porque se descubrió en París, nombre con el que los romanos bautizaron a la actual capital francesa.
La nave ha recogido imágenes de alta resolución que los expertos ya anticipan que serán valiosísimas, así como datos que pueden ser muy relevantes sobre la composición de su superficie y de su entorno próximo.
Rita Schulz, una de las científicas que participa en el proyecto, subrayó: "lo que es muy importante para nosotros es la composición de este asteroide".
"Ahora vamos a tener los detalles", agregó durante la retransmisión del encuentro cósmico que la ESA realizó en directo a través de internet.
Hasta el momento se sabe que existen 14 tipos distintos de asteroides en el llamado cinturón de asteroides principal, que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Los asteroides son cuerpos primitivos del sistema solar que contienen la información originaria en diferentes estadios de evolución.
Lo que ha ocurrido hoy, precisa la Agencia Espacial Europea en su página web, "nos permitirá reconstruir la historia de nuestro vecindario en el espacio".
Algunas de las incógnitas se desvelarán esta misma noche, con la difusión de las primeras de las instantáneas captadas del segundo asteroide que sobrevuela Rosetta, con un diámetro de unos 95 kilómetros.
El primero fue Steins, mucho más pequeño, al que se acercó en una primera etapa de su viaje, el 5 de septiembre de 2008.
Gracias a Rosetta se ha sabido, por ejemplo, que Steins es de color gris, tiene forma de diamante y cuenta con cadenas de hasta siete cráteres seguidos.
En breve se conocerán detalles similares en torno a su acercamiento a Lutetia, con el que se cumple una de las principales etapas del largo viaje emprendido por la sonda de la ESA el 2 de marzo de 2004.
Fue entonces cuando se lanzó al espacio desde la base de Kurú (Guayana Francesa) para una misión que se espera que finalice cuando llegue al cometa Churyumov-Gerasimenko en mayo de 2014.
Una vez esté en la órbita del cometa, tras un largo periplo de 10 años y de 6,5 millones de kilómetros, lo observará durante 18 meses con la ayuda también de un módulo de aterrizaje, un pequeño robot que lleva a bordo llamado "Philae", que se instalará en su núcleo helado.
Este complejo y ambicioso proyecto espacial, que ha costado unos 1.000 millones de euros (1.420 millones de dólares), proporcionará nuevos datos sobre el interior y el origen del sistema solar hace 4.600 millones de años y las claves para entender la aparición de la vida en la Tierra.
Cuenta con una importante participación de científicos españoles, que han intervenido específicamente en el desarrollo de dos de los instrumentos que porta la nave: OSIRIS y GIADA.
El primero es para estudiar con alta resolución el núcleo del cometa y el gas y el polvo a su alrededor, mientras que GIADA analizará el polvo cometario, con tres tipos de sensores.
EFE
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