Entre las hipótesis barajadas, estaba que su función es atraer a la pareja, pelar fruta, o servir como advertencia visual para defenderse.
El llamativo tucán, un ave originaria de los bosques tropicales de Latinoamérica, ha revelado por fin a la ciencia el secreto de su largo pico amarillo: sirve para regular su temperatura corporal.
Así lo afirman, en un estudio publicado en la revista Science, investigadores de la Universidade Estadual Paulista de Brasil y de la Brock University de Canadá.
Durante siglos, los científicos han cavilado sobre la utilidad del gran pico aplastado del tucán, que ocupa hasta un tercio del largo total de su cuerpo.
Entre las hipótesis barajadas estaba que su función es atraer a la pareja, pelar fruta, o servir como advertencia visual para defenderse.
El conde Buffon, un naturalista francés del siglo XVIII, lo llegó a describir como un apéndice "monstruoso" y el propio Charles Darwin se mostró intrigado y pensó que los tucanes debían el enorme tamaño de sus picos a la selección sexual, ya que en ellos despliegan las vistosa rayas de color que los caracterizan.
Ahora, los científicos brasileño Denis Andrade y canadiense Glenn Tattersall han comprobado que también es un importante regulador de la temperatura, al estudiar al tucán toco, el pájaro de esa especie con el pico más largo.
Tattersall, autor principal del estudio, explicó que utilizaron cámaras infrarrojas para averiguar la temperatura exacta del pico en condiciones ambientales diferentes, que oscilaban entre los 10 y los 35 grados centígrados.
Los investigadores comprobaron que cuanto más calor hacía más se calentaba el pico, como una especie de radiador que desvía el calor del cuerpo del pájaro y le permite refrigerarse.
Los tucanes tienen en sus picos numerosos vasos sanguíneos que permiten realizar esta función térmica incrementando o reduciendo el paso de la sangre.
Los científicos afirman que otros pájaros, que al igual que los exóticos tucanes no sudan, también podrían utilizar sus picos como reguladores de temperatura. EFE
(Foto: Wikipedia)
Así lo afirman, en un estudio publicado en la revista Science, investigadores de la Universidade Estadual Paulista de Brasil y de la Brock University de Canadá.
Durante siglos, los científicos han cavilado sobre la utilidad del gran pico aplastado del tucán, que ocupa hasta un tercio del largo total de su cuerpo.
Entre las hipótesis barajadas estaba que su función es atraer a la pareja, pelar fruta, o servir como advertencia visual para defenderse.
El conde Buffon, un naturalista francés del siglo XVIII, lo llegó a describir como un apéndice "monstruoso" y el propio Charles Darwin se mostró intrigado y pensó que los tucanes debían el enorme tamaño de sus picos a la selección sexual, ya que en ellos despliegan las vistosa rayas de color que los caracterizan.
Ahora, los científicos brasileño Denis Andrade y canadiense Glenn Tattersall han comprobado que también es un importante regulador de la temperatura, al estudiar al tucán toco, el pájaro de esa especie con el pico más largo.
Tattersall, autor principal del estudio, explicó que utilizaron cámaras infrarrojas para averiguar la temperatura exacta del pico en condiciones ambientales diferentes, que oscilaban entre los 10 y los 35 grados centígrados.
Los investigadores comprobaron que cuanto más calor hacía más se calentaba el pico, como una especie de radiador que desvía el calor del cuerpo del pájaro y le permite refrigerarse.
Los tucanes tienen en sus picos numerosos vasos sanguíneos que permiten realizar esta función térmica incrementando o reduciendo el paso de la sangre.
Los científicos afirman que otros pájaros, que al igual que los exóticos tucanes no sudan, también podrían utilizar sus picos como reguladores de temperatura. EFE
(Foto: Wikipedia)
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