Científicos de la NASA y de la Universidad de Zurich (Suiza) llegaron a esta conclusión luego de realizar un sinnúmero de simulaciones para indagar la formación de planetas rocosos en el Sistema Solar.
Los científicos creen que la Luna puede darnos un indicio a la hora de buscar planetas fuera del Sistema Solar, aquellos parecidos a la Tierra que además dispongan de su propio satélite natural pueden ser los mejores candidatos, según una investigación de la Universidad de Zurich (Suiza) y del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Estos investigadores han realizado un gran número de simulaciones para estudiar la formación de planetas rocosos en el Sistema Solar, mediante el crecimiento accidental de miles de pequeños cuerpos en un disco alrededor del Sol.
De esta forma, identificaron numerosas colisiones que formaron satélites durante este proceso y estimaron las masas de los compañeros generados.
Así también se tuvo en cuenta la evolución orbital de los satélites, ya que las fuerzas de marea cambian el giro y la órbita de un satélite y pueden causar que se pierda en unos pocos miles de años en los casos más extremos, según una publicación de la ABC.es.
De su estudio, los científicos dedujeron que los sistemas Tierra-Luna ocurren con relativa frecuencia: uno de cada doce planetas parecidos a la Tierra probablemente albergan un satélite como el nuestro.
Los investigadores dicen que hacen falta más simulaciones para eliminar incertidumbres y obtener resultados más precisos. El estudio puede ser un paso más en la búsqueda de exoplanetas que puedan ser parecidos a nuestro mundo, uno de los grandes retos científicos de los próximos años.
Hace unos 4.500 millones de años, en los orígenes del Sistema Solar, el impacto de un proyectil del tamaño de Marte contra nuestro joven mundo provocó una inmensa cantidad de escombros que salieron expulsados hacia el espacio. Ese material se acumuló en órbita alrededor de la Tierra y formó la Luna.
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