NIUSGEEK tiene a prueba al Motorola One Fusion, uno de los equipos de gama media de Motorola con cuatro cámaras traseras y una batería de 5000 mAh.
Hace mucho que Motorola maniobra en un margen controlado en su gama media con balance entre autonomía y software, pero con un énfasis particular por las cámaras de cada modelo. En el caso de la línea ONE, cada modelo mantiene una identidad diferenciada por el juego de lentes que lleva, y NIUSGEEK ha tenido la oportunidad de probar un nuevo sabor de la submarca de LENOVO. Este es el Motorola One Fusion.
Estas son las especificaciones del equipo
Diseño muy MOTO
Estamos ante un equipo nacido del molde tradicional de Motorola en la gama media: plástico glossy en la tapa trasera, pantalla con bordes anchos y quijada ligeramente prominente y el sensor de huellas bajo el logo de MOTO.
Los diferenciales los encontramos en la ubicación del parlante – vas a tener que usarlo boca abajo siempre -, el tono del color escogido para la construcción y el reciente botón de “Google Assistant” en la parte superior del borde derecho, sobre el control de volumen.
En términos prácticos, es el hijo de una noche de copas entre el Moto e6s, el Moto One Vision y el Moto G8 Power, pero con un nuevo botón para el asistente.
Gran color a poca densidad
La pantalla IPS del Moto One Fusion resultó una sorpresa, pues podemos ver una buena calidad de colores en una limitación tan drástica de la resolución.
Los 720p le ponen techo a la experiencia multimedia en plataformas como Netflix o Disney+, pero es compensada con una buena reproducción de colores y tonos oscuros.
Es un panel que responde bien a los toques, y que mantiene una buena reproducción de contenidos y ángulos de visión, pese a los 720p de fábrica.
La simpleza por delante
En este caso, Android 10 funciona sin mayor diferencia. Lo que quiero destacar es la rapidez con la que Motorola empuja las actualizaciones de seguridad. Antes de la publicación de la reseña, ya teníamos el reciente paquete de seguridad de enero 2021.
Es una capa que rescata los gestos de moto, las interacciones, la pantalla encendida y la experiencia casi pura del Androide. Aquí no hay pierde.
Una noche más fácil de ver
Motorola propone un cuarteto de cámaras tradicional en la tapa trasera, con el que obtenemos fotos nítidas cuando tenemos mucha luz en el ambiente. Incluso el macro logra enorme cantidad de detalle.
La estrategia de Moto con este equipo es mejorar la capacidad nocturna en la categoría. El algoritmo para las fotos nocturnas es bastante intenso, y a veces termina “blanqueando” innecesariamente la escena.
La cámara delantera va bien, pero a veces tiene problemas para manejar el contraluz. En la noche sí desentona frente al sistema trasero.
Rendimiento dentro de lo esperado
Estamos ante un terminal fluido, con pocos hipos en el cambio de tareas y de buen desempeño para juegos medianamente demandantes.
La conectividad se mantiene en todo momento, tanto en redes móviles 4G como en WiFi. No he tenido caídas de señal o interferencias para conectarme parea streaming o descarga de datos. En el caso de audífonos bluetooth, tuve un par de caídas de señal con los Galaxy Buds Live.
En el caso del audio, el parlante trasero está en un lugar que, en las manos del gamer, se siente bien. Sin embargo, cuando tenemos el equipo con la pantalla hacia arriba, limitamos la salida. Si tienes la costumbre de acercar la oreja al parlante para escuchar los mensajes de WhatsApp, anda cambiando de rutinas. Es una bocina potente, pero no sirve de mucho si el audio tiene obstáculos.
El sensor de huellas trabaja bien, como el resto de los sensores que detectan el movimiento para la activación de la cámara y la linterna. Lo que más me encanta de Motorola es esa simpleza de gestos, algo que extraño siempre.
Más de un día de trabajo
Con el tiempo, Motorola ha sabido aganarse a pulso un espacio prioritario en el sector del mercado móvil que demanda más energía. En este caso, el Moto One Fusion soporta sin problemas el trabajo diario.
Con una carga, he sido capaz de obtener hasta 12 horas de pantalla en dos días, sin necesidad de acercarme a un cargador en ese tiempo. Eso sí, carga el equipo mientras duermes, porque demora mucho en llegar a 100% - un par de horas, cuento menos -.
¿Vale la pena?
Es un equipo que busca diferenciarse del resto con pocas opciones: una autonomía considerable, una pantalla de buena reproducción de color y software limpio. La amplia base de Motorola en la gama media puede darse el lujo de añadir estas ligeras peculiaridades en un catálogo extenso, y que busca dar valor a ciertas condiciones.
Sin embargo, hay mercado para quien busca experiencias unificadas en un solo equipo, y ahí Motorola no debería descuidarse. Puedes ir por él, pero sabiendo qué beneficios entregará este modelo específico a tu vida.
*Equipo cedido a préstamo por Motorola desde el 24 de noviembre hasta la publicación de la reseña
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