NIUSGEEK tiene a prueba al Razer DeathStalker V2 Pro de perfil bajo y RGB configurable.
Desde que reviso teclados, he venido conviviendo con el eterno debate de la comodidad, y que lo que resulta ser popular para el mundo gaming tradicional no es cómodo para mí en tareas diarias. Pese al tamaño de mis manos, el perfil alto me molesta. Cuando probé el G815 de Logitech vivía tranquilo por la altura de las teclas y lo bien que respondía a mi ritmo de escritura. Con el Razer DeathStalker V2 Pro he revivido un poco de eso, pero ¿Vale la pena? Esta es la opinión de NIUSGEEK.
RAZER DeathStalker V2 Pro: especificaciones técnicas
RAZER | DEATHSTALKER V2 PRO |
DIMENSIONES | 43.6 x 13.97 x 2.54cm | 726 gramos |
SWITCHES | Ópticos Low Profile de Razer |
MATERIALES | Plástico y aleación de aluminio |
CONEXIÓN | USB Dongle a 2,4Ghz | USB-C | Bluetooth 5 a tres dispositivos |
TECLAS | ABS con iluminación RGB individual| controles multimedia y multifunciones |
AUTONOMÍA | Carga 10W | indicador de batería en pantalla y teclado |
RAZER DeathStalker V2 Pro: Esto es lo que debes saber
Un factor de forma muy cómodo. Para empezar, el perfil del teclado es muy delgado. Mientras que los filos del equipo son simétricos en grosor y tratamiento, la parte trasera – la que va justo encima de las teclas de función – mantienen una delicada curva que resalta el desnivel de la tapa de abajo para acondicionar la altura.
Este teclado cuenta con dos soportes que definen la inclinación, aunque me pareció insuficiente la que viene por defecto porque terminé poniendo algo más para levantar el equipo. Esa misma tapa añade tres botones para emparejar hasta 3 equipos por Bluetooth – algo que el MX Keys Mini de Logitech trae en las teclas de funciones -, el puerto USB-C de carga y conexión a PC, y un canal de emparejamiento por dongle USB – de hecho, al lado derecho de la tapa encontramos un espacio para llevar el dongle seguro -.
Sobre el teclado numérico de la derecha, descasa el control multimedia: un botón y una rueda multifuncionales que podemos configurar a gusto. En mi caso, opté por el el MUTE o volumen con la rueda. El botón no puede ser configurado.
El teclado se siente muy bien construido, y me evoca mucho al G815. Sin embargo, este es más estilizado, menos aparatoso – en parte por no llevar macros – y con una luminosidad RGB buena sin llegar a ser molesta.
Perfil bajo al rescate. Es, seguramente, el gran argumento de venta de este DeathStalker V2 Pro. Tenemos switches ópticos lineales de bajo perfil que, de acuerdo con Razer, son capaces de aguantar hasta 70 millones de golpes. Hay versión “clicky”, pero prefiero la estándar.
Si bien el modo de escritura se hace cómodo, he notado que estos switches son ligeramente más sensibles que otros de membrana que he probado. No es siempre, pero a veces una duda al escribir se plasma sin mayor esfuerzo o presión sobre las teclas, sobre todo en la barra espaciadora.
Eso sí, no te esperas que un teclado de este diseño sea así de silente. No es seco, pero resuena menos que teclados con otro tipo de switches. A mí me va bien el low-profile y lo he dicho en toras reseñas, y lo que más me gusta es el poco “click” que logramos con este sistema.
Una conectividad robusta. El equipo es configurable desde las distintas suites de Razer, y opté por Synapse para hacer más rápido todo. Lo bueno de este teclado es que no importa la modalidad de conexión, pues casi siempre responde como un teclado cableado.
Probé BT 5, el dongle y el cable USB-C. En estas tres condiciones, notaba que tenía algunos problemas iniciales con el Bluetooth, pero fue una actualización pendiente del driver en la PC. Con el dongle, la velocidad obtenida mediante el protocolo “Hyperspeed” nos dejaba una sensación de inmediatez muy buena. Sin embargo, el cable me permite tener al equipo con carga en todo momento.
¿Qué no me gusta? Pues, me parece que faltó añadir una almohadilla para las muñecas, debido al tamaño del teclado y la altura a la que me gusta escribir. Otro tema es la ubicación de las luces de notificación de CAPS, o batería. Por lo general, mi mano derecha suele tapar esa área y no distingo a tiempo si tengo CAPS o no.
¿Qué tal la autonomía? Pues suficiente para tres días encendido con el dongle. Ya con el uso, esta métrica desciende, aunque siempre tenemos la oportunidad de conectar el USB-C en la parte trasera para cargar el teclado. Con el Bluetooth tenemos un poco menos, pero nada grave. El consumo se incrementa con la combinación RGB que tengamos.
Razer DeathStalker V2 Pro ¿Vale la pena?
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