La nueva generación de procesadores de AMD da un salto en los gráficos integrados para PCs de escritorio.
AMD ha arrancado este 2024 renovando su gama de CPUs de escritorio con la serie Ryzen 8000G.
Estos procesadores, compatibles con el zócalo AM5 prometen una experiencia buena en videojuegos a 1080P gracias a su video integrado AMD Radeon 780M. ¿Qué tan buena es esta experiencia? Probamos el Ryzen 7 8700G para saberlo.
El lado técnico del AMD Ryzen 8700G
El Ryzen 7 8700G cuenta con la arquitectura “Zen 4”, también conocida como Phoenix y llega con 8 núcleos y 16 hilos.
Logra un Boost de hasta 5.1 GHz y trae una NPU AMD Ryzen AI para optimizar las tareas de inteligencia artificial de manera local.
Es complementado por sus gráficos AMD Radeon 780M, con 12 núcleos y reloj de 2,900 MHz con soporte de DisplayPort 2.1 y HDMI 2.1.
Sorprende que todo este poder tenga un TDP por defecto de 65W, lo que no hace que necesitemos una solución de enfriamiento muy poderosa. El cooler incluido en la caja del Ryzen 7 8700G es más que capaz.
Hay algunos temas a considerar. Las placas madre con el zócalo AM5 solo son compatibles con RAM DDR5, que aún es ligeramente más cara que la RAM DDR4. Además, este procesado no tiene soporte para almacenamiento PCIe Gen 5, aunque esto no es muy mayor limitante cuando hablamos de una tecnología a la que aún no le podemos sacar un provecho considerable.
En esta ocasión utilizamos una placa madre B650 MSI Gaming Plus Wi-Fi junto a dos módulos de 16GB RAM DDR5 Trident Z5 Neo RGB de G.Skill con soporte de AMD EXPO, que nos permite una velocidad de 6,400 MT/s. Una alta velocidad de RAM es altamente importante si utilizamos gráficos integrados.
AMD Ryzen 7 8700G: ¿Cómo le va en los juegos?
Ahora lo bueno, ¿qué tan capaz es este sistema sin una tarjeta de video discreta? Todos los resultados son de pruebas en 1080P o Full HD.
Vamos con Cyberpunk 2077 en calidad Baja. Nos asistimos de FSR en Calidad para sacar unos cuantos cuadros por segundo de más y el promedio de 48 cuadros por segundo lo hace más que jugable.
El pesado Starfield nos da un rendimiento un poco inferior, aún trabajando con FSR 2.
Algo parecido pasa con Watch Dogs: Legion, donde la falta de soporte para FSR es visible.
Red Dead Redemption 2 nos sitúa cerca de los 60 cuadros por segundo de promedio. Al aplicar FSR 2.0 logramos una ligera mejora en este aspecto, pero el aumento en el 1% es clave, ya que esto nos otorga una experiencia más fluida.
Shadow of the Tomb Raider se asienta en los 60 cuadros por segundo con un 1% más que bueno.
El juego de estrategia Company of Heroes queda muy cerca de los deseados 60 cuadros por segundo.
En FarCry 6 se nota un gran salto de rendimiento con FSR 1.0.
En Dota 2 subimos la calidad a Media para lograr un balance entre fluidez y buena apariencia. El resultado es muy bueno: 117 cuadros por segundo, por lo que incluso podríamos echar mano a un monitor con alto refresco.
Vamos al clásico GTA V, donde nos “engreímos” con calidad Alta, logrando unos 75 cuados por segundo de promedio.
El cooler incluido en la caja logra un buen manejo de la temperatura, mientras el Ryzen 7 8700G no pasa de los 90W. La única razón para cambiarlo es si buscas una solución de enfriamiento más silenciosa.
AMD Ryzen 7 8700G: ¿Vale la pena?
Pienso en dos escenarios para la compra del Ryzen 7 8700G.
El primero es el de un usuario que quiere una PC gamer potente, pero considera tener un equipo ahora que sea competente para luego agregar una tarjeta de video.
En el otro, podemos tener a un usuario que busca una buena PC y solo jugaría títulos como Dota 2 esporádicamente, por lo que no le urge tener una tarjeta de video.
AMD “ataca” bien estos dos escenarios con esta propuesta, que abre un camino claro a mejoras si es que el usuario lo desea.
Tal vez la inversión en DDR5 y una nueva placa AM5 pueden ser el mayor escollo, pero se trata de un CPU que vale la pena, considerando el soporte que AMD le ha dado a otros zócalos como AM4, que incluso ha tenido lanzamientos este 2024.
Comparte esta noticia