Desde el pasado lunes 4 de enero, era imposible acceder a la web de Fotolog, la red social creada hace ya 14 años y pionera en introducir fotos en las publicaciones.
Hubo una red social antes que Facebook que logró captar la atención de los internautas. Creada en 2002 por Scout Heiferman y Adam Seife, Fotolog se convirtió en todo un éxito para los adolescentes de la época, sobre todo en América Latina.
Ahora Fotolog decidió despedirse del mundo de la web desactivando su red social desde el pasado 4 enero y quitando su aplicación de las plataformas Google Play y App Store, las tiendas virtuales por excelencia para los smartphone. Gran parte de sus 32 millones de usuarios lamentan su partida, aunque agradecen que las fotos menos ilustres de su adolescencia por fin desaparezcan con esta baja.
Fotolog era de funcionamiento muy simple. Permitía a sus usuarios colgar una foto al día y añadir texto debajo a modo de blog. Una vez publicado el post el resto de seguidores podía dejar sus comentarios en una especie de libro de visitas. Sí, muy parecido a lo que hoy ofrece Facebook y otras redes sociales.
Fue precisamente la aparición de Facebook y su integración con muchos servicios en sólo una plataforma, lo que motivó el adiós de Fotolog, debido a que la red social no supo adaptarse a los nuevos requerimientos de la web. Por ejemplo, sólo permitía subir fotos y ya para 2010, la expansión de los videos era incontrolable, fenómeno que fue acaparado por YouTube.
Además, para subir más fotos al día o poder recibir más comentarios, era necesario pagar una suscripción, algo impensado hoy en Facebook, cuyo servicio es gratuito e incluso ofrece internet gratis en algunos países.
Las quejas virtuales no se han hecho esperar y, tras conocer la noticia, #Fotolog se ha convertido en tendencia, aglutinando las protestas de los usuarios que no han podido "despedirse" de la red social, ni recuperar algunos fotos de su juventud. La muerte de una red social es también la muerte de nuestros recuerdos, de algún modo.
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