Una investigación del New York Times ha evidenciado el reporte de, al menos, 45 millones de fotografías y videos de niños y menores de edad siendo abusados sexualmente, los mismos que fueron compartidos en diferentes plataformas. México se encuentra entre los cinco países con mayor nivel de denuncias a nivel mundial.
Muchas veces, y por error de nosotros mismos, dejamos que lo peor de la humanidad se exhiba en Internet como “algo más”. Bajo la errónea interpretación de una “plataforma libre”, dejamos que contenido terrible contamine cada recoveco de la red y, sin mutismo, lo dejamos pasar sin reparar en el daño que ocasiona o la intencionalidad de su presencia. Pues esa pasividad inútil ha dado una de las peores cifras que Internet registra solo en un año.
Una investigación del New York Times denuncia la presencia en línea de, por lo menos, 45 millones de videos y fotos de niños y niñas abusados sexualmente. Tras la revisión de 10 mil páginas de reportes policiales y documentos judiciales, la publicación señala que las empresas de tecnología no han logrado desarrollar herramientas eficaces para evitar que este tipo de contenido se propague, tal y como sucede con los mensajes basados en discursos de odio y propaganda terrorista.
Parte de la dirección de la nota se basa en el reciente documento presentado por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados respecto a la presencia de este contenido y a la escalabilidad de los modelos usados por las redes de pedófilos para la transferencia de información entre pares. La institución señala esto como un “punto de quiebre”, en el que el reporte de imágenes de abuso excede las capacidades de instituciones involucradas y la fuerza de la ley para ejercer acciones.
De acuerdo con cifras compartidas por el NYT, en 1998 se reportaron 3000 situaciones de abuso con imágenes repartidas en Internet. Sin embargo, en la última década los reportes llegaron a 100 mil por año. En 2014 la cifra llegó hasta el millón de reportes, mientras que en 2018 se denunciaron 18,4 millones de contenidos relacionados al abuso infantil.
En entrevistas, las víctimas en los Estados Unidos describieron con desgarrador detalle cómo sus vidas habían sido dañadas por el abuso. Niños, violados por familiares y extraños por igual. Incuso muchos niños abusados, hoy convertidos en adultos, viven con el temor de ser reconocidos por sus fotos y videos en Internet.
Realmente no sé cómo lidiar con eso", dijo una mujer que, a los 11 años, había sido filmada siendo agredida sexualmente por su padre. "Solo estás tratando de sentirte bien. y no dejar que algo como esto defina toda tu vida. Pero son las fotos lo que mantiene vivo esto".
Las investigaciones señalan que los grupos en línea, dedicados a compartir imágenes de niños más pequeños y formas más extremas de abuso, usan tecnologías encriptadas y la web oscura, la gran parte inferior de Internet, para enseñar a los pedófilos cómo llevar a cabo los crímenes y cómo grabar y compartir imágenes del abuso en todo el mundo. En algunos foros en línea, los niños se ven obligados a sostener carteles con el nombre del grupo u otra información de identificación para demostrar que las imágenes son “frescas”.
Las compañías tecnológicas están obligadas legalmente a reportar imágenes de abuso infantil solo cuando las descubren; sin embargo, no están obligados a buscarlos. Después de años de monitoreo desigual del material, varias compañías tecnológicas importantes, incluidas Facebook y Google, intensificaron la vigilancia de sus plataformas.
En entrevistas, los ejecutivos de algunas compañías señalaron el monitoreo voluntario y el aumento en los informes como indicaciones de su compromiso para abordar el problema; pero los registros policiales y los correos electrónicos, así como las entrevistas con casi tres docenas de funcionarios locales, estatales y federales de aplicación de la ley, muestran que algunas compañías tecnológicas aún no cumplen.
Si bien estos trámites pueden demorar varios meses, a veces responden solo para decir que no tienen registros, incluso para los informes que iniciaron. Y cuando las empresas tecnológicas cooperan plenamente, el cifrado y el anonimato pueden crear escondites digitales para los perpetradores. Facebook anunció en marzo planes para cifrar Messenger, que el año pasado fue responsable de casi 12 millones de los 18,4 millones de informes mundiales de material de abuso sexual infantil.
"Las personas que trafican con materiales de explotación infantil están a la vanguardia de la tecnología", dijo Susan Hennessey, ex abogada de la Agencia de Seguridad Nacional que investiga la ciberseguridad en Brookings Institution. Los delincuentes pueden cubrir sus huellas conectándose a redes privadas virtuales, que enmascaran sus ubicaciones; desplegar técnicas de encriptación, que pueden ocultar sus mensajes y hacer que sus discos duros sean impenetrables; y publicar en la web oscura, que es inaccesible para los navegadores convencionales.
Parte de los archivos incautados muestran a hombres adultos forzando a niños desde los dos años a sexo oral, introducción de objetos a cavidades, golpes y quemaduras a niños atados y abuso sistemático de una o varias personas.
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