Nick Bollettieri forjó a leyendas de su deporte como Boris Becker, Jim Courier, Mónica Seles, Andre Agassi o Maria Sharapova.
Nick Bollettieri, exentrenador de tenis que forjó a leyendas de su deporte como Andre Agassi o Maria Sharapova, ha muerto a los 91 años, anunció este lunes la IMG Academy, la escuela de tenis que fundó en Florida, Estados Unidos.
El entrenador estrella del tenis en los años 1990, a la par admirado y detestado por sus métodos a veces controvertidos, abogó por un tenis que se basaba en un físico muy intenso y la emulación entre sus jugadores.
Formó a diez jugadores que llegaron al N.1 del mundo, entre los que se encuentran Agassi, Boris Becker, Jim Courier, Mónica Seles, Sharapova, Serena y Venus Williams.
El primero en hablar de su muerte fue, precisamente, uno de sus antiguos alumnos, el alemán Tommy Haas.
"Gracias por tu tiempo, tu conocimiento, tu implicación, tu habilidad, tu voluntad de compartir tu saber hacer y darme la mejor oportunidad posible para cumplir mis sueños", escribió Haas en su perfil de Instagram varias horas antes de que se hiciera oficial el fallecimiento.
"Fuiste un soñador y una persona de acción, un pionero de nuestro deporte (...). Te voy a extrañar en la Academia, voy a extrañar tu bronceado, tus dientes blancos (...). De nuevo gracias por todo", agregó el ex número 2 del mundo.
La hija de Nick Bollettieri publicó el 19 de noviembre en las redes sociales una foto de su padre postrado en la cama explicando que estaba "pasando al otro lado".
"No puedo recordar otro entrenador o mentor a lo largo de mi carrera que haya tenido tanto impacto en mi vida", había explicado en agosto en video difundido a través de Twitter la antigua campeona rusa Maria Sharapova.
Métodos polémicos
¿Pero la victoria puede realmente justificar todos los medios? Primero ensalzados, los métodos del instructor estadounidense terminarían por ser denunciados por su excesiva dureza.
"Para alcanzar el más alto nivel hay que saber pasar por cosas difíciles. Yo hice lo que había que hacer", explicaba Nick Bollettieri en diversas entrevistas.
Antiguo militar nacido en Pelham, periferia humilde de Nueva York, aplicó al tenis la férrea disciplina de los marines estadounidenses.
Sin embargo, no tocó su primera raqueta hasta los 20 años, en 1951, cuando un primo, aficionado al tenis, pasó las vacaciones en su casa.
"Me propuso echar una partida. La cancha de tenis más cercana estaba a una media hora de camino. Durante dos meses fuimos allí cada día", relataba Bollettieri.
Perteneciente al cuerpo de paracaidistas durante la Guerra de Corea, Bollettieri perfeccionó su juego entre dos operaciones militares durante cuatro años. A su regreso a Estados Unidos anunció a su padre: "Papá, quiero convertirme en N.1 del mundo de entrenadores de tenis".
Se hizo con un nombre al convertirse en instructor de un joven Brian Gottfried, quien sería N.3 del mundo en 1977.
En 1978 fundó su propia academia de tenis tras adquirir un antiguo campo de tomates en Florida.
"Para modificar un golpe (...) hay que realizar el mismo golpeo cerca de treinta mil veces en los entrenamientos. Es el precio", explicaba Bollettieri, que entró en el Hall of Fame en 2014.
En su academia había toque de queda, sin tabaco ni televisión, contactos reducidos con la familia y el mundo exterior, competencia exacerbada, y por supuesto horas y horas sobre la pista, todo ello desde edades tiernas.
Su época de declive se aceleró con la ruptura con Agassi, que consideraba como su hijo espiritual.
Esta relación compleja entre los dos estadounidenses será explorada en el documental Love Means Zero, dedicado a Bollettieri por el cineasta Jason Kohn.
"Cuando la gente veía mi película algunos salían diciendo: 'Este tipo es de un narcisismo increíble, qué puñetero'. Y otros declaraban 'es realmente un mentor fantástico, un genio de entrenador'", explicaba Kohn en 2017, resumiendo la ambivalencia que rodeó a Bollettieri. (AFP)
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