El serbio número uno del mundo no tuvo reparos en declarar en contra del tenis femenino. "Si yo fuera una mujer tenista, me arrodillaría cada noche y daría gracias a Dios por el nacimiento de Roger Federer y Rafa Nadal".
El tenista número uno del mundo, Novak Djokovic, se vio envuelto hoy en una polémica en torno a la distribución de los premios en metálico entre hombres y mujeres, que fue originada por unos comentarios de Raymond Moore, director ejecutivo del torneo de Indian Wells.
"En mi próxima vida, cuando regrese, quiero ser parte de la WTA porque se aprovechan del éxito de los hombres. No toman ninguna decisión y son afortunados. Si yo fuera una mujer tenista, me arrodillaría cada noche y daría gracias a Dios por el nacimiento de Roger Federer y Rafa Nadal", añadió.
Sin embargo, esos comentarios fueron recibidos con repulsa por parte de Serena Williams y Victoria Azarenka, finalistas en el campeonato del desierto californiano.
"Considero que esos comentarios son equivocados y muy, muy inciertos", apuntó Williams, subcampeona en Indian Wells.
La campeona, Azarenka, replicó: "Creo que es un problema que se da en todo el mundo. No sólo en el deporte. También en los negocios. Tratamos de hablar sobre igualdad.
Se arrepintió:
Cuando llegó el turno de Djokovic, tras su victoria frente a Milos Raonic, el serbio no fue tan tajante en sus observaciones sobre el comentario de Moore, que, según admitió, no fue "políticamente correcto".
El de Belgrado apuntó que se trata de un tema "delicado" y que las mujeres merecen "respeto y admiración" por sus logros, entre los que incluyó el haber logrado que en muchos torneos la recompensa económica sea la misma para ambos géneros.
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