Para salvar sus vidas tuvieron que negar su origen, sin embargo en la sexta temporada vuelven al norte a reclamar su casa: Invernalia (Winterfell).
Tres de los hermanos Stark comparten un hecho en común en Game of Thrones: abandonaron su identidad para sobrevivir. En el transcurso de las seis temporadas los hijos de Eddard Stark han tenido que luchar por sus vidas, incluso negando su origen.
En primer lugar está Sansa Stark, quien huyó de Desembarco del Rey, cuando era esposa de Tyrion Lannister, al ser acusada de matar al entonces rey Joffrey Baratheon. Ella llegó al Nido de Águilas, casa de su tía Lisa Tully haciéndose pasar por la hija de Little Finger (Meñique).

Arya Stark llegó a Braavos huyendo de su origen y ocultando su apellido. Ella se alojó en la Casa de Blanco y Negro, entrenando para ser “nadie” (No one). En la sexta temporada, ella sobrevivió a un ataque mortal y, gracias a Aguja, se mantiene viva y con la intensión de retornar a Invernalia como Arya Stark.

En esta temporada Game of Thrones nos trajo además el capítulo "Rompejuramentos", en donde Jon Snow, hijo ilegítimo de Eddard Stark, tras ser resucitado, deja su puesto como lord comandante de la Guardia de la Noche para reclamar, junto a su hermana Sansa, su casa: Invernalia.

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