La segunda temporada de la producción que recrea el universo del mítico programa de lucha libre de mujeres es un tesoro escondido que ha sido opacado por la telenovela dedicada a El Sol de México.
La desmedida emoción por Luis Miguel ha demostrado una vez más que lo más popular no siempre es lo mejor. Mientras todos deliraban por conocer el destino de Luisito Rey o el verdadero paradero de Marcela Basteri, un grupo de chicas se gananaba los frejoles a punta de golpes y no de chismes dentro del universo seriéfilo del catálogo de Netflix.
"Glow" (Gorgeous Ladies of Wrestling o hermosas damas de la lucha) es la serie basada en el popular programa de mediados de los ochenta en el que personajes como La Hija del Granjero o Montaña Fiji protagonizaban delirantes historias sobre el ring. Hoy su 'remake' ─en el que asistimos a una suerte de 'making of' ficticio del programa─ se inspira en estos papeles para presentar nuevamente la historia conocida en un viaje a la nostalgia ochentera que, vistos los episodios, debería haber funcionado tan bien o mejor que "Cuando calienta el sol" sonando en una fiesta veraniega en la piscina.
Netflix estrenó la segunda entrega de "Glow" el 29 de junio pasado. En ella, vemos cómo el grupo liderado por Ruth Wilder (Allison Brie), Debbie Eagan (Betty Gilpin) y Sam Sylvia (Marc Maron) tratan de sacar adelante el programa de lucha libre que armaron en la temporada anterior, en la que se conformó una base de atractivos personajes femeninos entre los que encontramos a Machu Picchu, Zoya la destructora, Liberty Belle, Beirut, Britannica y demás correlatos de aquellos personajes que hicieron vibrar la televisión en los ochenta.
Coloridos vestuarios, maquillaje, peinados 'glam' con mucha laca y una banda sonora de época completan el empaque de una historia que presenta ángulos tan crudos y actuales que van desde la estabilidad laboral, el acoso sexual y la cosificación de la mujer en la industria de la televisión, hasta las peleas, romances y problemas familiares de los protagonistas. Si bien se trata eminentemente de una comedia, en esta segunda entrega "Glow" se vuelve un poco más oscura al profundizar en problemas sociales y en la relación quebrada entre las protagonistas.
Hasta tiempo para un episodio "experimental" hay: uno entero dedicado a recrear un capítulo de "Glow", como si fuera emitido en los ochenta. Una verdadera joya y una licencia que se toma una serie que, por lo que sucede en su episodio final, tiene historia para rato. Esto sin hablar de la música: Billy Joel, Patty Smyth, Madonna, Run D.M.C., Aretha Franklin, Genesis y demás clásicos de los ochenta impregnan de música las imágenes de una serie que hace valer cada minuto empleado en verla.
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