Reyna Pachas la emprenda contra ella porque cree que se trata de la mujer con la que Lucho la está engañando.
Shirley escucha sin querer un comentario que le hace Tito a Teresa respecto a que Lucho tiene un romance con una caperuza que vende sánguches en la constructora. Llorando sube a su casa y le cuenta a su mamá lo que está ocurriendo.
“Eso no puede ser, tu padre me adora”, dice Reyna muy segura. “Recuerda que tiene antecedentes”, le advierte su hija. Reyna empieza a dudar y entonces decide ir a la constructora para enfrentar a su “rival”.
Llega y se encuentra cara a cara con la joven. “¿Un sánguche de lomito? ¡Qué ojos tan grandes tiene!”, dice la caperuza. “Son para verte mejor”, le dice Reyna. “¡Y qué nariz tan grande tiene!”, exclama la joven. “Son para olerte mejor”, responde Reyna. “¡Y qué boca tan grande tiene!”, señala la sanguchera. “¡Es para gritarte basuuura!”, grita Reyna y se le va encima a la joven que no sabe por qué la están agrediendo.
Desde su oficina Nicolás le pregunta a Lucifer las razones de por qué Reyna está golpeando a la caperuza de la recepción. “No sé pero creo que habría que preguntarle al señor Lucho”, responde la secretaria.
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