AFHS: Grace pierde los papeles y agarra a golpes a Rubí

“Discúlpame Grace pero con ese tonito no me vas a hablar”, le dice Rubí a Grace que está furiosa y hasta la acusa de quererse quedar son su hija y con Nicolás. “Para qué quiero a tu hija, pronto yo y Nicolás tendremos nuestro propios hijos que serán lindos”, responde Rubí. “¡Mi hija es hermosa!”, exclama Grace mientras Rubí la mira sonriendo. Grace se acalora y le lanza una bofetada.

Charo le pregunta a su padre sobre el interés que tiene últimamente en Reyna. “¿Por qué estás detrás de ella? Ella es mi peor enemiga”, le dice. “Ella es una gran mujer, trabaja duro para sacar adelante a su familia y a su exesposo, ella es única. ¿Por qué me miras así?”, dice Alejo. “Papá, a ti te gusta Reyna!”, le dice Charo. Alejo le dice que en realidad lo quiere es ayudar a Reyna. “Espero que solo sea eso”, le advierte Charo.

Socorro retiene a Peter y no deja que se vaya. “Quiero tener la certeza de tener a mi esposo a mi lado. Ahora me gustaría amistarnos como Dios manda. Manolo ha salido y va a tardar en volver”, le dice Socorro y entra a su cuarto. “¡Se me hizo, se me hizo!”, dice Peter muy contento.

Reyna está asustada al ver a Lucho en el auto de Morgana Centurión que lo ha llevado a su casa. Reyna llama a sus hijos porque cree estar viendo una alucinación pero los chicos le dicen que es su padre quien está en el auto de año que está en la puerta de su casa.

Morgana le dice a Lucho que como viven tan cerca podrían ejercitarse juntos. Lucho le dice que lo que él hace es pesas. De pronto alguien golpea el auto: Es Reyna que pasó de la pena a la furia. “¡Por eso te querías divorciar… Basuuuura!, grita. Morgana la mira extrañada. “¡Desgraciado, mal hombre! ¡Encima la traes aquí para humillarme!", grita.

“¡¿Qué te pasa?!”, le grita Rubí tras recibir la bofetada de Grace. “Te metiste con un hombre casado y ahora me quieres quitar a mi hija”, le dice a Rubí. “Tú arruinaste tu matrimonio, yo no me metí con un hombre casado sino con uno separado”, responde. Grace insiste en que no quiere que se le acerque a su hija Nelly Francesa. “¿Nelly? ¿Se llama Nelly?”, le dice y sonríe. “¡Te estás burlando de mi hija!”, le dice Grace mientras se le va encima. Rubí empieza a pedir auxilio y una de sus compañeras de casa las separa. “¡No te vuelvas a cruzar en mi camino porque te irá peor!”, amenaza Grace al irse de la casa. Rubí llama a Nicolás y le pide que la venga ver.

Fernanda visita a su padre en el despacho de la constructora. “Espero que hayas venido a decirme que no te casarás con ese mutante con cara de pez”, le dice Miguel Ignacio. “No papá no he venido a eso”, responde Fernanda. “Quiero trabajar. Ya no existe la cogerencia pero puedo trabajar en el área de Recursos Humanos o como tu asistente”, le pide a su padre. Miguel Ignacio le dice que no hay lugar para ella en la constructora. “La única manera de que entres en mi reino es que te alejes de ese mutante con el que te quieres casar”, le dice a su hija. “Vamos a ver si mi nona te ordena a que me contrates", le dice y sale de la oficina. Miguel Ignacio llama inmediatamente a Francesca para ponerla al tanto de lo que está ocurriendo.

Manolo regresa a su casa y escucha risas en el dormitorio de su casa. Se acerca y se encuentra a su madre a Peter en la cama. Manolo se desmaya al ver la escena.

Reyna llora su desventura y don Alejo se le acerca a consolarla. “Muchas gracias don Alejo por levantarme la moral”, le dice Reyna. “Qué tal si para celebrar nos vamos a comer un pollito con papas. Yo invito”, dice el padre de Charo.

Nicolás llega a casa de Rubí y la innombrable llora a mares. Le cuenta que Grace estuvo en su casa. “Vino a golpearme. Yo no hice nada. De pronto llegó y empezó a insultarme, que yo era la culpable de todo lo que le estaba pasando en la vida. Que yo era la culpable de la separación, me acusó de quererme quedar con su hija, y si la próxima la veía con ella, la podría matar. Tengo miedo”, le dice a un asustado Nicolás. “Ella estaba descontrolada, sin mediar las consecuencias”, añade. “¿No estarás exagerando?”, pregunta Nicolás. Rubí llama a su amiga Camila para que reafirme lo que le acaba de contar. “Me cuesta creer lo que ha hecho Grace. Voy a hablar con ella. Grace ha ido demasiado lejos. Te voy hacer respetar”, dice Nicolás.

Fernanda llega a su casa y decide hablar con su nona. “Quiero pedirte un favorcito. Fui a la constructora a pedirle empleo a mi papá y se negó. Quiero que llames a mi papá y le pidas que me contrate”, le dice. “Lo siento Fernanda, estoy de acuerdo con tu padre”, responde Francesca dejando con la boca abierta a su nieta. “En esta ocasión le voy a dar apoyo a Miguel Ignacio. Si quieren vivir acá tienen que pagar. Tienen que vivir de acuerdo a sus posibilidades”, dice Francesca. “Toma tus tarjetas de crédito, me llevaré todas mis cosas porque me voy de la casa. Me valdré por mí misma. Adiós”, le dice y se va.

Grace regresa a su casa y se encuentra con  su madre. “¿Qué pasó?”, le pregunta. “Ay mamá, creo que metí la pata”, responde. Charo está asombrada por lo que Grace le acaba de contar acerca del incidente con Rubí. Teresa apoya a su sobrina y Charo le dice que las cosas se solucionan conversando. Pero cuando Grace le cuenta que Rubí se estaba burlando de la pequeña aprueba que la haya golpeado. Aparece don Alejo que sale con Reyna y sus hijos a comer pollo a la brasa.

Morgana llega a la oficina de Miguel Ignacio. Está un poco agitada. Miguel Ignacio manda llamar a Lucho para reclamarle el maltrato de que fue objeto por parte de Reyna. Miguel Ignacio le exige que él y su mujer le vayan a pedir disculpas a Morgana. “Si ella deja de invertir en la constructora, tú pierdes tu trabajo, ¿entendiste?”, le dice.

Fernanda regresa a su cuarto y le dice a Joel que tienen que mudarse porque Francesca le ha negado el apoyo que quería. Joel le dice que en su casa no hay sitio. “No sé, alquilaremos un departamento o nos meteremos en un hueco, no sé”, dice. Y del dicho pasa al hecho. Meten lo que pueden en dos mochilas y le anuncian a los Maldini que se van de la casa.

Nicolás llega a casa de los González y prácticamente echa la puerta a tierra. Grace atiende. “¿Por qué le pegaste a Rubí?”, le pregunta y Grace no responde.

Miguel Ignacio recibe la sorpresa de su vida. Lucifer le anuncia que alguien lo ha venido a buscar. Miguel Ignacio le pide que haga pasar a la persona que lo busca: Se trata de Gladys y Otto que han llegado de la selva. Miguel Ignacio se queda con la boca abierta.