A diferencia de lo que ocurrió durante su primer gobierno, la política del gobierno de Trump hacia Venezuela no está tan claramente definida.
"En su primer gobierno, presidente reelecto Donald Trump, no nos fue bien. Este es un nuevo comienzo para que apostemos a ganar-ganar. Y le vaya bien a Estados Unidos, le vaya bien a Venezuela", estas fueron las palabras con las que el presidente Nicolás Maduro, inició un mensaje televisado para felicitar al presidente de Estados Unidos.
Maduro le tendió la mano a Trump pese a que el estadounidense durante su primer gobierno, aplicó una política de máxima presión con miras a forzar un cambio de régimen en Venezuela, aplicando sanciones petroleras y financieras sobre el país. Estados Unidos encabezó una coalición internacional para desconocer la legitimidad de Maduro, cuando este inició en 2019 un segundo mandato.
Te recomendamos
Las claves del acercamiento entre EE.UU. y Venezuela
Maduro gana en propaganda
En su entrevista con Megyn Kelly, Grenell destacó que en Venezuela no solamente consiguió que Maduro aceptara recibir a los deportados, sino que enviara los aviones y costeara el traslado. "Creo que esto es un nuevo estándar. Es bastante increíble", se felicitó.
El diplomático negó que EE.UU. hubiera hecho alguna concesión al gobierno venezolano, aunque reconoció que le había dado un "regalo" a Maduro. "Maduro me dijo 'te vamos a dar esto y estas son las cosas que nosotros queremos' y yo le dije: 'No, te estamos dando un gran regalo. Y el gran regalo es que yo estoy aquí sentado contigo y tienes todo tipo de cámaras alrededor y vas a usar todo esto con fines propagandísticos porque un diplomático estadounidense está sentado aquí contigo'", aseguró.
La ambigua política de la Casa Blanca
A diferencia de lo que ocurrió durante su primer gobierno, la política del gobierno de Trump hacia Venezuela en la actualidad no está tan claramente definida. Aunque funcionarios estadounidenses han dicho que la visita de Grenell a Maduro no constituye un reconocimiento oficial, en la práctica ese gesto ayudó a romper el aislamiento internacional que el propio EE.UU. había tratado de construir en torno al gobierno venezolano.
El experto señala que el encuentro de Grenell con Maduro y el hecho de que este haya aceptado recibir a los deportados sugiere que hay algún tipo de acuerdo, pero que, al mismo tiempo, el secretario de Estado, Marco Rubio, afirma que no hay un acuerdo y sigue hablando en términos muy duros en contra del gobierno de Maduro, al que califica de ilegítimo.
Créditos: YouTube | @cnnee
Comparte esta noticia