Las políticas arancelarias de Trump han generado incertidumbre sobre el acceso de sus socios comerciales a Estados Unidos y podrían marcar el fin de una era de libre intercambio global.
Desde la imposición de aranceles a las importaciones de China hasta la amenaza de aplicar un 25% a Canadá y México, las políticas arancelarias de Donald Trump podrían elevar los aranceles promedio a niveles no vistos desde los años 40. Esta medida podría cambiar el equilibrio del comercio global establecido tras la Segunda Guerra Mundial.
Los aranceles han sido históricamente cuestionados por su tendencia a aumentar los precios al consumidor y reducir la variedad de productos. Desde 1945, se ha promovido la eliminación de barreras comerciales para fomentar la globalización. Sin embargo, Trump busca revertir este consenso al proteger la industria manufacturera estadounidense.
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Las ambiciones económicas detrás de los aranceles
El presidente Trump ha destacado su intención de reactivar la industria manufacturera con estas medidas. Según Jeff Ferry, economista jefe emérito de la Coalición para un Próspero Estados Unidos, los aranceles pueden ser una herramienta poderosa para reducir el déficit comercial, que alcanzó niveles récord en 2024. Además, Ferry señala que estas políticas brindan una ventaja en negociaciones internacionales clave.
Las represalias comerciales por parte de Canadá, México y China son una posibilidad real. Meredith Crowley, profesora de economía en la Universidad de Cambridge, señala que, si se materializan, podrían frenar las inversiones extranjeras en estos países. Además, el aumento de precios en bienes de consumo afectaría principalmente a las personas con ingresos más bajos.
La amenaza de precios más altos para los consumidores
Estudios previos sobre la primera ronda de aranceles de 2018 muestran que, en el corto plazo, los importadores absorben la mayor parte del costo. Sin embargo, una vez que los aranceles se establecen de forma permanente, los fabricantes tienden a trasladar el costo a los consumidores. Esto genera un impacto mayor en familias de bajos ingresos, especialmente en productos esenciales como ropa y calzado infantil.
Jeff Ferry argumenta que, a pesar de los posibles aumentos de precios, los aranceles pueden estimular nuevas inversiones en la industria nacional. Mientras tanto, Crowley señala que una protección excesiva podría desencadenar una guerra comercial global, afectando el comercio a largo plazo.
El futuro del comercio global está en juego con las políticas arancelarias de Trump. Aunque estas medidas buscan fortalecer la economía interna, los riesgos asociados, como el aumento de precios y posibles represalias, podrían desafiar el equilibrio económico alcanzado en las últimas décadas.
Créditos vídeo: YouTube | @cnnee.
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