Más de una docena de familias con niños han sido detenidas en Texas y enfrentarán la deportación, reactivando una práctica criticada como "cárceles para bebés".
El gobierno de Donald Trump ha reactivado las detenciones de familias inmigrantes con niños en el sur de Texas. Al menos una docena de familias han sido trasladadas al centro de detención de Karnes, donde permanecerán hasta su deportación. La medida forma parte de la campaña de expulsiones masivas del mandatario, reviviendo una política que en su primer mandato fue severamente criticada.
Durante su gobierno anterior, Trump aplicó una estrategia más agresiva que sus predecesores, separando a niños de sus padres y encerrándolos en instalaciones comparadas con "jaulas". Las imágenes de menores llorando en centros sin acceso a servicios básicos desataron indignación a nivel mundial, obligándolo a revertir la medida parcialmente.
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Un retorno a las políticas de detención masiva
La administración Biden había reducido significativamente la detención de familias inmigrantes, optando por liberarlas o utilizar alternativas de vigilancia. Sin embargo, el aumento en los cruces fronterizos generó presión para endurecer las políticas migratorias.
Trump, en su intento por retomar el control de la situación migratoria, ha decidido reinstaurar la detención de familias como parte de su estrategia de deportaciones rápidas. La decisión ha sido confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y respaldada por la secretaria Kristi Noem.
Críticas por su impacto en la infancia
Las organizaciones proinmigrantes han condenado la decisión, argumentando que los centros de detención no están preparados para albergar niños. Expertos en derechos humanos han señalado los daños psicológicos y físicos que estas medidas pueden generar en menores, citando casos de enfermedades no atendidas y muertes bajo custodia federal.
Durante el primer mandato de Trump, se registraron casos de niños que fallecieron tras ser detenidos en estos centros. En 2018, una bebé de un año perdió la vida poco después de ser liberada del centro de Dilley. Su madre denunció que no recibió atención médica adecuada mientras estaba detenida.
Preocupaciones por el futuro de las familias inmigrantes
Aunque una orden judicial impide que el gobierno de Trump separe nuevamente a los niños de sus padres, los defensores de los derechos inmigrantes temen que esta política pueda abrir la puerta a nuevas restricciones. La reciente deportación de una niña de 10 años en tratamiento contra el cáncer ha intensificado las críticas sobre la falta de consideración humanitaria en estos procesos.
Con la reactivación de estas medidas, el debate sobre la política migratoria de Estados Unidos vuelve a encenderse, dejando en el aire el futuro de miles de familias que buscan refugio en el país.
Créditos vídeo: YouTube | @ProPublica.
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