Ola de calor histórica en noreste de Estados Unidos marca temperaturas extremas, récords y emergencias por impacto en la salud pública.
El noreste de EE.UU. está viviendo una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas que superan los 38 °C (101 °F) en ciudades como Washington y Boston. Millones de personas se vieron afectadas por advertencias de salud pública y se ha declarado el día más caluroso desde que existen registros .
Las persianas bajas en locales, los ventiladores funcionando a máxima potencia y la gente buscando sombra se han convertido en imágenes recurrentes mientras el calor toma protagonismo en la vida cotidiana urbana.
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Impacto en la salud y medidas de emergencia
Las autoridades activaron alertas sanitarias en numerosas zonas metropolitanas. Centros de enfriamiento gratuitos se habilitaron, se recordaron consejos para evitar golpes de calor y se instaron a cuidar especialmente a adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas .
Instituciones públicas y empresas redujeron actividades al aire libre, mientras los servicios sanitarios reportaron un aumento de consultas por deshidratación y malestares relacionados.
Desafío para sistemas urbanos y transporte
El calor extremo también afectó la infraestructura: líneas ferroviarias suspendieron servicios y se registraron cierres parciales de monumentos turísticos por riesgos estructurales ante el calor. El consumo de electricidad alcanzó niveles dramáticos, poniendo a prueba a las redes eléctricas regionales .
Las autoridades evalúan respuestas a largo plazo, como incentivar techos verdes, mejorar el transporte público y adaptar el diseño urbano para hacer frente a un clima cada vez más impredecible.