El congelamiento de subvenciones federales refleja la visión de poder presidencial respaldada por Trump y el Proyecto 2025, afectando ciertos programas sociales en EE.UU.
El presidente Donald Trump ha ordenado la congelación de subvenciones federales en Estados Unidos, una decisión que refleja su visión del poder presidencial y que está alineada con las propuestas del Proyecto 2025, a pesar de que su campaña negó que dicho documento sirviera como una guía para su administración.
El memorando emitido por Matthew Vaeth, director interino de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés), justifica la medida como un esfuerzo para alinear el gasto federal con las órdenes ejecutivas de Trump, especialmente en áreas como derechos civiles, políticas energéticas y medioambientales, y asuntos LGBTQ+.
El documento también deja en claro que la decisión tiene un componente ideológico, al señalar que ciertos programas financiados por el gobierno representan un "desperdicio de recursos" y no contribuyen al bienestar diario de los ciudadanos. Sin embargo, el alcance de esta medida podría ir más allá de las políticas mencionadas, sirviendo como modelo para que Trump amplíe su control sobre el gasto público.
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La Oficina de Administración y Presupuesto como centro de poder
Desde hace tiempo, Trump y sus aliados conservadores han visto a la OMB como un elemento clave para consolidar su autoridad sobre la administración federal. Esta oficina no solo prepara el presupuesto presidencial, sino que también supervisa la implementación de las prioridades del Ejecutivo en todas las agencias gubernamentales.
El Proyecto 2025 destaca la importancia de fortalecer su control, con figuras como Russell Vought, nominado por Trump para liderar la OMB, sugiriendo que esta debería funcionar como el "sistema de control" del presidente para todas las decisiones políticas.
El documento también aboga por reducir el gasto federal bajo el argumento de eliminar la "administración burocrática" que, según Trump, obstaculiza su agenda. En este contexto, la congelación de subvenciones es una estrategia para limitar el financiamiento de programas considerados innecesarios por la Casa Blanca.
Trump y el control del gasto público
Trump ha respaldado la teoría de impoundment, según la cual el presidente tiene la autoridad de no gastar fondos aprobados por el Congreso si considera que no son necesarios. Aunque esta práctica fue rechazada durante la presidencia de Richard Nixon, la administración Trump podría buscar reactivarla, lo que podría desencadenar una disputa constitucional que terminaría en la Corte Suprema.
Este enfoque representa un cambio radical en la manera en que el Ejecutivo maneja los recursos federales, desafiando la autoridad del Congreso en la asignación del presupuesto. La postura de Trump y su equipo es que el presidente debe tener un mayor control sobre el gasto gubernamental, incluso si ello implica desafiar las normas establecidas.
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El rol de Elon Musk y el Departamento de Eficiencia Gubernamental
Un factor clave en esta estrategia es la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encabezado por Elon Musk, quien ha prometido encontrar recortes por billones de dólares sin afectar programas como el Seguro Social y Medicare. Sin embargo, la congelación de subvenciones sugiere que otros programas esenciales, como Medicaid, podrían verse afectados sin necesidad de cambios legislativos.
La combinación de estas políticas podría redefinir la estructura del gobierno federal, concentrando más poder en la Casa Blanca y debilitando la influencia del Congreso. De este modo, Trump podría ejecutar recortes de gastos sin necesidad de derogar leyes clave, simplemente limitando el financiamiento de sus programas asociados. En este contexto, la congelación de subvenciones federales es solo una muestra de cómo el presidente podría consolidar su control sobre el aparato estatal en su segunda administración.
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