Al menos 14 jurisdicciones en Colorado han restringido la cooperación con ICE para proteger a inmigrantes indocumentados de deportaciones injustificadas.
Mientras el gobierno federal estadounidense refuerza sus medidas contra la inmigración irregular, varias ciudades y condados de Colorado han trazado un camino opuesto. Desde la administración Trump, que intensificó las redadas migratorias, estos territorios decidieron limitar su colaboración con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y proteger a los inmigrantes indocumentados que viven en sus comunidades.
Las llamadas 'ciudades santuario' han implementado políticas que impiden a las fuerzas del orden detener a personas únicamente por no contar con papeles, y en muchos casos, se niegan a compartir información migratoria con autoridades federales si no hay una orden judicial válida. Estas acciones no solo buscan evitar deportaciones arbitrarias, sino también reducir el temor en comunidades vulnerables y garantizar la unidad familiar.
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Colorado y su red de protección a inmigrantes
Colorado se ha posicionado como uno de los estados más activos en implementar medidas santuario. Condados como Denver, Boulder, Arapahoe, Jefferson y Pueblo han asumido un rol protagónico al promulgar regulaciones que limitan la cooperación con ICE. En total, catorce jurisdicciones han adoptado acciones concretas, como la prohibición a sus policías de actuar como agentes migratorios o retener personas por razones exclusivamente migratorias.
Lo que implica vivir en una ciudad santuario en Estados Unidos
Aunque no existe una ley federal que defina esta figura, las ciudades santuario se caracterizan por su negativa a participar en operativos migratorios sin justificación judicial. Los agentes locales no pueden interrogar sobre el estatus migratorio en detenciones de tránsito ni colaborar con ICE salvo que haya órdenes judiciales. Estas ciudades también promueven el acceso a salud, asistencia psicológica y servicios legales gratuitos como parte de un enfoque integral de protección e integración.
El país dividido ante las políticas migratorias
La expansión de estas políticas ha generado tensiones a nivel nacional. Durante su gobierno, Trump buscó castigar a las jurisdicciones que limitaban la colaboración con el ICE, amenazando incluso con recortar fondos federales. No obstante, otros estados como California, Nueva York, Illinois y Nueva Jersey replicaron el modelo santuario, consolidando una red de resistencia que, hasta hoy, sigue marcando una clara división en torno al tratamiento de la inmigración indocumentada en Estados Unidos.
En total, más de diez estados del país han adoptado políticas similares, lo que refleja un enfrentamiento ideológico persistente. Mientras una parte del país exige leyes más estrictas, otra defiende medidas locales de protección como mecanismo para preservar los derechos humanos, la seguridad comunitaria y la dignidad de quienes, a pesar de no tener papeles, contribuyen con su trabajo y esfuerzo al desarrollo de sus comunidades.
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