El gobierno de EE.UU. impuso un ultimátum a Chevron para que cese sus operaciones en Venezuela, generando incertidumbre sobre el futuro energético de la región.
Chevron, la petrolera estadounidense que operaba en Venezuela bajo una licencia especial, deberá cesar sus operaciones antes del 3 de abril, según lo anunciado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Esta medida, parte de la estrategia de presión del gobierno de Donald Trump sobre el régimen de Nicolás Maduro, implica el fin de más de 100 años de presencia de la empresa en el país sudamericano.
Chevron, que en 2024 alcanzó una producción superior a los 200,000 barriles diarios en asociación con PDVSA, perderá una fuente clave de inversión, divisas y empleo en el sector energético venezolano.
La revocación de la licencia ocurre luego de la falta de cumplimiento por parte del régimen de Maduro con compromisos clave, como la celebración de elecciones transparentes y la cooperación en el control migratorio.
Con este movimiento, EE.UU. busca intensificar la presión económica y política sobre Venezuela, lo que podría tener efectos significativos en la economía del país.
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La salida de Chevron pone a Venezuela ante un panorama energético más complicado
La retirada de Chevron de Venezuela es un golpe severo para el gobierno de Maduro, que enfrenta una grave pérdida económica debido a la caída de los ingresos por petróleo.
La compañía estadounidense había sido fundamental en la producción y exportación de crudo, pero la revocación de su licencia, impulsada por la administración de Donald Trump, refleja el endurecimiento de la presión internacional.
Desde el Palacio de Miraflores, Delcy Rodríguez acusó a los opositores de la medida y anunció un plan para garantizar la independencia energética del país.
A pesar de los esfuerzos de flexibilización por parte de la administración de Joe Biden, que permitió a Chevron operar en 2022 bajo ciertas condiciones, la falta de avances democráticos y el incumplimiento de estos compromisos llevaron a la nueva política de máxima presión.
La salida de Chevron deja a Venezuela con mayores desafíos para mantener su producción petrolera, especialmente ante la escasez de inversión y tecnología.
Video: Youtube | Canal 26
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