La falta de permisos de trabajo y la incertidumbre migratoria están empujando a miles de inmigrantes a sobrevivir en las calles de Chicago con ventas informales. La ciudad, considerada santuario, enfrenta un boom de comercio ambulante.
En las calles de Chicago, la presencia de vendedores ambulantes ha aumentado visiblemente en los últimos meses. Si antes predominaban los puestos de tacos, tamales y fruta picada, hoy se ofrecen también arepas, agua de coco y dulces, reflejo de una diversidad creciente impulsada por la llegada de nuevos inmigrantes a Estados Unidos.
Las razones por las que incrementan los vendedores ambulantes en Chicago
Jesús, un venezolano que llegó en 2023 y solicitó asilo, aún espera su permiso de trabajo. “Me llegaron los papeles solamente de asilo, ¿y el permiso de trabajo? No me lo han dado”, lamenta. Él, como muchos otros, ha recurrido al comercio informal como única forma de sustento. “Ahorita estoy viendo más gente nueva que el año pasado”, asegura.
Otro inmigrante guatemalteco también se ha visto obligado a vender comida para completar sus ingresos. Líderes del gremio responsabilizan directamente a la política migratoria del presidente Donald Trump por dificultar la obtención de permisos laborales, obligando a muchos a buscar ingresos en la informalidad.
Según el Illinois Policy Institute, los vendedores ambulantes generan más de 35 millones de dólares en ventas anuales y 16 millones en ganancias. En 2023 se estimaban unos 3,000 vendedores, pero ahora se calcula que superan los 5,500. Y con la llegada del verano, esa cifra podría seguir creciendo.
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