La industria energética en Estados Unidos enfrenta una nueva ola de ajustes estructurales.
El pasado 28 de mayo de 2025, Chevron comunicó oficialmente a la Comisión de la Fuerza Laboral de Texas la eliminación de aproximadamente 800 puestos de trabajo en sus oficinas de Midland a partir del 15 de julio. Esta decisión forma parte de su estrategia de reestructuración a nivel mundial, que contempla una reducción de hasta el 20% de su plantilla global para fines de 2026, como fue anunciado por la empresa en febrero.
Chevron se encuentra bajo presión por diversos factores. Entre ellos se cuentan la reciente revocación de su licencia de operación en Venezuela, que le permitía explotar recursos en asociación con la estatal PDVSA y el prolongado proceso de aprobación regulatoria en la compra de Hess Corporation, valuada en U$D 53.000 millones. Estos eventos han obligado a la empresa a priorizar la eficiencia operativa y la reducción de costos estructurales, estimados entre 2.000 y 3.000 millones de dólares.
Además, Chevron confirmó que el recorte en Texas se suma a una ola de despidos prevista en California, donde al menos 600 empleos serán eliminados a partir del 1 de junio. Desde que trasladó su sede corporativa de San Ramón, California a Houston, Texas en 2024, la compañía ha venido reorganizando sus centros de operaciones como parte de un plan de consolidación nacional.
Te recomendamos
Transformaciones estructurales en el sector energético
De acuerdo con datos brindados por la empresa Rystad Energy, más de 15.000 empleos en el sector han sido recortados en el país desde 2023, mientras las compañías redirigen inversiones hacia tecnología, automatización y energías renovables.
Los analistas advierten que el modelo de negocio basado exclusivamente en petróleo y gas enfrenta desafíos estructurales a mediano plazo. “Estamos en una etapa en la que las empresas deben elegir entre sostener su estructura actual o reinventarse para sobrevivir en un entorno de energía más diversificado”, afirmó Jonathan Garrett, economista energético citado por Reuters.
Asimismo, el Departamento de Energía de EE.UU. ha impulsado regulaciones más estrictas en materia de emisiones y subsidios a energías limpias, lo que obliga a las compañías tradicionales a replantear sus prioridades.
Video recomendado
Comparte esta noticia