El gobierno estadounidense endurece su política migratoria contra la exportación de mano de obra cubana, señalando a funcionarios cubanos y extranjeros involucrados en estas prácticas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció una nueva política de restricción de visas dirigida a funcionarios cubanos y extranjeros involucrados en la explotación de mano de obra desde Cuba. La medida, según el comunicado oficial, busca combatir el trabajo forzoso y las condiciones abusivas en las misiones médicas cubanas, una de las principales fuentes de ingresos del gobierno de la isla.
Estados Unidos ha calificado estas misiones como una forma de explotación laboral, denunciando que los profesionales de la salud enviados al extranjero deben entregar hasta el 70% de su salario al gobierno cubano. Con esta política, Washington busca frenar el enriquecimiento del régimen a costa de sus trabajadores y sancionar a quienes facilitan esta práctica.
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USA refuerza su postura contra el trabajo forzoso
Según el Departamento de Estado, esta nueva medida afecta tanto a funcionarios cubanos como a autoridades extranjeras que han colaborado en la contratación de médicos cubanos bajo condiciones de trabajo consideradas coercitivas. El objetivo es restringir su acceso a territorio estadounidense y presionar a los gobiernos que se benefician de estos servicios.
Desde hace años, Washington ha denunciado que el modelo de misiones médicas cubanas vulnera derechos laborales básicos. En informes previos, organismos internacionales han calificado esta práctica como una forma de "esclavitud moderna", debido a la falta de libertad de movimiento, la reducción forzosa de salarios y la imposibilidad de los médicos de regresar a su país si abandonan la misión.
Restricciones afectan a funcionarios cubanos y aliados extranjeros
La medida anunciada por Rubio no solo impacta a funcionarios del gobierno de Cuba, sino también a autoridades extranjeras que han participado en estos acuerdos laborales. Según información oficial, ya se han aplicado restricciones a individuos de diversas nacionalidades, incluidos venezolanos.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, rechazó la decisión de Washington, calificándola de "agresión injustificada" que afecta tanto a Cuba como a los países que reciben a sus profesionales. También acusó a Estados Unidos de querer dañar los servicios de salud que estas misiones brindan a millones de personas en el mundo.
Nueva escalada en las sanciones contra Cuba
La política de restricción de visas se suma a una serie de medidas implementadas por la administración republicana contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel. Desde el retorno de los republicanos a la Casa Blanca, se han reactivado sanciones como la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo y la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, que permite demandar a empresas que operen en propiedades confiscadas tras la revolución de 1959.
Además, el gobierno estadounidense ha restringido el otorgamiento de visados a funcionarios cubanos, afectando los intercambios bilaterales en áreas como la educación, la cultura y la salud. Según el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, estas acciones limitan la cooperación en sectores clave para ambas naciones y representan una escalada en la política de presión contra la isla.
Créditos vídeo: YouTube | @ElEconomistaTV.
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