El noreste de EE.UU. enfrenta temperaturas extremas esta semana; autoridades emiten alertas y activan centros de enfriamiento para proteger a la población.
Una ola de calor inusual está afectando esta semana el corredor del I-95, una de las regiones más densamente pobladas de Estados Unidos.
Según reportes recientes, entre domingo y jueves, las temperaturas podrían superar los 38 °C (100 °F) en ciudades clave como Nueva York, Filadelfia y Washington D.C., bajo la influencia de un sistema de alta presión que bloquea las nubes y las lluvias.
El fenómeno climático abarca gran parte del noreste y el centro-este del país, incluyendo urbes como Chicago, Detroit y Pittsburgh. Históricamente, alcanzar estas temperaturas en junio es poco común, con Nueva York registrándolas solo en contadas ocasiones y Filadelfia sin llegar a niveles similares desde los años 90.
La combinación de calor y humedad aumenta la sensación térmica, intensificando el malestar y los riesgos para la salud, especialmente en poblaciones vulnerables. Las autoridades recomiendan mantenerse hidratados y evitar la exposición prolongada al sol mientras dure esta ola.
Te recomendamos
Autoridades emiten alertas por calor extremo en EE.UU.: Cómo protegerse
Una intensa ola de calor continúa afectando gran parte del este de Estados Unidos, y las autoridades han emitido diversas alertas para prevenir riesgos a la salud.
Entre las advertencias se incluyen avisos de calor, vigilancia por calor extremo y advertencias de calor excesivo, enfocadas en proteger a poblaciones vulnerables como adultos mayores, niños, personas sin aire acondicionado y trabajadores al aire libre. L
as temperaturas elevadas pueden provocar golpes de calor, deshidratación severa y agotamiento. Por ello, expertos recomiendan beber suficiente agua, evitar actividades al sol durante las horas más intensas y utilizar ropa liviana.
En respuesta, varias ciudades han habilitado centros de enfriamiento para ofrecer resguardo temporal a quienes lo necesiten. Estas medidas buscan mitigar los efectos del calor, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas.
Aunque se prevé un leve descenso de temperaturas hacia fin de mes, el alivio sería temporal. Los especialistas advierten que las condiciones más extremas podrían regresar en julio, el mes históricamente más caluroso del año en el hemisferio norte.